Así como el desamor puede desencadenar reacciones negativas en el organismo que llevan a enfermar, estar enamorado tiene un gran impacto positivo.
¿Te sientes o te has más sentido pleno en una buena relación de pareja? No sólo es una sensación, los científicos encontraron que el romance puede ayudar a mejorar una variedad de problemas de salud, desde bajar la presión arterial hasta proteger contra las enfermedades cardíacas.
La sensación de amar es tan intensa que produce cambios en la actividad cerebral que comienzan a percibirse enseguida.
En un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Virginia Occidental en California, EE.UU. se halló que enamorarse es el resultado de la actividad en 12 áreas del cerebro que reaccionan juntas.
Esta actividad intensa produce una oleada de sustancias químicas como la dopamina, que ayuda a regular las respuestas emocionales, y la oxitocina, que genera sentimientos de confianza y reduce la ansiedad.
En este estudio, publicado en Annals of Behavioral Medicine y consignado en DailyMail, los científicos encontraron que las personas enamoradas tienden a tener una presión arterial más baja, y por ende, disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardíacas. Creen que esto se debe a que las hormonas liberadas por el tacto desempeñen un papel importante en este fenómeno. Por otro lado, estar feliz reduce los niveles de estrés, que se relacionan con la presión arterial.
Otros estudios también hallaron una relación positiva entre el amor y la presión arterial. En 2007, se observó que las parejas felizmente casadas tenían niveles de presión arterial más bajos que las personas no casadas, o que las que estaban casadas pero no tenían una buena relación matrimonial. El informe fue publicado por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. (HHS).
El matrimonio protege contra las enfermedades cardíacas
Los buenos matrimonios pueden tener un efecto protector contra las enfermedades cardíacas, algo que ya habían advertido otros científicos y que un estudio de 2018 realizado por la Universidad de Keele en Reino Unido, confirmó.
Ellos hallaron que las personas felizmente casadas tienen un 40% menos de probabilidades de sufrir o morir de enfermedades cardíacas y casi un 50% menos de probabilidades de morir de un ataque cerebral que las que no lo están.
En cambio, estar soltero o divorciarse pareció aumentar los riesgos. En comparación con las personas casadas, las que nunca estuvieron casadas, o que se divorciaron o enviudaron, tenían un 42% más de probabilidades de desarrollar enfermedad cardiovascular.
Ahora queda más claro por qué al amor se lo simboliza con el corazón. Sobre todo con un corazón más sano, dice la ciencia.
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