Se sabe que las dietas ricas en frutas y verduras reducen el riesgo de las enfermedades cardíacas. Y está comprobado que las verduras contienen muchos nutrientes y compuestos bioactivos, como fitoquímicos, que pueden retrasar la progresión de la arterioesclerosis, uno de los principales riesgos de las enfermedades del corazón y accidente cerebrovascular (ACV).
Pero no todas las verduras son iguales. Los diferentes tipos de vegetales contienen distintos niveles de componentes protectores. Por ejemplo, las verduras crucíferas, como la col, las coles de Bruselas, la coliflor y el brócoli, y las verduras como la cebolla, el puerro y el ajo, son fuentes ricas en compuestos de organosulfuro, que se consideran muy beneficiosos para la salud cardiovascular, señalan los autores de un nuevo estudio publicado en Journal of the American Heart Association.
Otro ejemplo son las hortalizas de hoja verde, como la espinaca y la lechuga, que son una fuente rica del compuesto que contiene nitrógeno, el nitrato. Se ha demostrado que el nitrato reduce la presión arterial, un importante factor de riesgo de enfermedad cardiovascular.
Si los componentes específicos tienen un mayor papel protector en la arterioesclerosis, determinados tipos de vegetales ricos en estas sustancias, pueden brindar un mayor efecto cardioprotector, informaron los científicos al publicar su estudio.
Las mejores para el corazón
El objetivo principal de un nuevo estudio realizado en Australia fue investigar las asociaciones del consumo total de vegetales y el consumo de ciertos tipos específicos de vegetales, agrupados de acuerdo con los constituyentes fitoquímicos, para saber cuáles son más benéficos para conservar la salud de las arterias y prevenir la arterioesclerosis.
La arterioesclerosis es una afección en la cual los depósitos o placas se acumulan en las paredes internas de las arterias. Estas placas están hechas de colesterol, moléculas de grasa, calcio y otros compuestos en la sangre.
La investigación mencionada -que se concretó con casi 1,000 mujeres mayores de 70 años- halló que son las verduras crucíferas, como el brócoli, la col, las coles de Bruselas y coliflor, las que específicamente ayudan a prevenir la obstrucción de las arterias o arterioesclerosis, una de las causas principales del infarto de miocardio y accidente cerebrovascular (ACV).
En ese grupo de mujeres, un mayor consumo de verduras (≥225 gr por día) en comparación con menos de 150 gr por día, se asoció con un 5% menos de espesor de la arteria carótida común, una medida que se relaciona con el nivel de arterioesclerosis.
Verduras ¿Crudas o cocidas?
Las verduras son excelentes, porque son ricas en fibra, de modo que uno se siente lleno sin consumir muchas calorías, dijo Lauren Blekkenhorst, de la Universidad de Australia Occidental y autora principal del estudio.
"También tienen muchas vitaminas, minerales y fitoquímicos, que se ha mostrado que reducen la inflamación y el estrés oxidativo", agregó la investigadora. La inflamación crónica tiene un rol en una variedad de enfermedades relacionadas con el envejecimiento, incluyendo la enfermedad cardíaca y el cáncer.
Y la buena noticia es que los beneficios de las verduras persisten si se las come crudas o se las cocina, y aunque al cocinarlas se pierden algunos nutrientes, comer verduras de esta forma también ayuda a mejorar la digestión y la absorción de sus nutrientes, concluyó Bleckkenhorst.