¿Alguna vez has oído que las personas con miembros amputados pueden llegar a sentir dolores o picores en la extremidad que perdieron?
Esto se denomina síndrome del miembro fantasma. Aquí repasamos qué dice la ciencia sobre sus posibles causas.
Puntos clave
- El síndrome de miembro fantasma ocurre en personas con miembros amputados, que pueden llegar a sentir dolores o picores en la extremidad que perdieron.
- Aunque no se conoce la causa exacta de este síndrome, se cree que puede deberse a fallas en la plasticidad cerebral.
- Para aliviar las molestias que causa el miembro fantasma, un médico puede recetar diferentes medicamentos, como analgésicos u opiáceos, anticonvulsivos, antidepresivos o baclofeno.
- También puede ser de ayuda frotar o ejercitar la parte restante de la extremidad, engañar al cerebro mediante distracciones o recurrir a terapias no invasivas, como la acupuntura.
Se estima que 90% de las personas a las que se les amputó una extremidad, puede sentir como si está aún estuviera ahí, incluyendo:
- Dolor.
- Calor o frío.
- Entumecimiento.
- Hormigueo.
- Movilidad de los dedos que ya no se encuentran ahí.
- Pinchazos.
Existen maneras de aliviar o disminuir estas molestias:
- Frotar o ejercitar la parte restante de la extremidad para mantenerla caliente.
- Engañar al cerebro mediante distracciones, pasatiempos, técnicas de relajación o ejercicios.
- Recurrir a terapias no invasivas, como la acupuntura.
Actualmente, se desconoce la causa exacta de este síndrome, aunque un estudio de imágenes de dos centros de investigación en Río de Janeiro, Brasil, identificó cambios en cómo se comunican ciertas áreas del cerebro, en consecuencia de una amputación.
Estas alteraciones se producen en las regionesdel cerebro que controlan el movimiento y procesan el tacto.
Si bien existen muchos estudios sobre el dolor del miembro fantasma, el autor principal de este trabajo, Ivanei E. Bramati, físico médico en el Instituto D'Or para la Investigación y la Educación, dijo que su investigación encontró que existe un desequilibrio en la función cerebral de los pacientes que informan sensaciones fantasma, incluso aunque no sientan dolores.
Sus hallazgos se publicaron en Scientific Reports.
El secreto de la sensación
La plasticidad cerebral es la capacidad del cerebro para adaptar su estructura y función frente a situaciones cambiantes.
Existe una "aceptación general" de que el cerebro adulto puede cambiar en respuesta a distintos factores:
- Aprendizaje.
- Estrés.
- Drogas.
- Hormonas.
- Estimulación.
- Envejecimiento.
En el nuevo trabajo, los autores se refieren a estudios que han relacionado la extremidad fantasma con una falla en la plasticidad cerebral. Sin embargo, también señalan que investigaciones más recientes han desafiado esta idea.
Estas contradicciones sugieren que la extremidad fantasma podría no deberse a una causa, sino a muchas.
Para profundizar en este fenómeno, los investigadores analizaron la conexión cerebral en 9 individuos con amputación de miembro inferior que experimentaban sensaciones fantasmas sin dolor, y 9 individuos sin amputaciones.
Mediante imágenes de resonancia magnética revelaron lo siguiente:
- Tocar el muñón de una extremidad hizo que el cerebro reaccionara de forma exagerada.
- La amputación parece debilitar la estructura que conecta y permite la comunicación entre los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro.
- El área que controla el movimiento y tacto de una extremidad, se encuentra en el lado del cerebro que es opuesto a la extremidad en sí.
A partir de estos hallazgos los autores concluyeron que la amputación de una extremidad puede provocar un desorden en la organización de las conexiones del cerebro, causando una variedad de sensaciones.
Opciones para tratarlo
Si el dolor o malestar que el síndrome de miembro fantasma provoca se vuelve persistente, un médico puede recetar algunos medicamentos para encontrar alivio:
- Analgésicos u opiáceos.
- Anticonvulsivos.
- Antidepresivos.
- Baclofeno (relajante muscular).
- Clorpromazina (se usa para tratar la esquizofrenia).
- Clonidina (útil contra el dolor generado en el cerebro).
También existen investigaciones que demostraron que la estimulación de los nervios o regiones del cerebro involucradas en el dolor podría ayudar a algunos pacientes. Las opciones más comunes para lograrlo son:
- Estimulación de la médula espinal: se coloca un electrodo y se aplica una pequeña corriente eléctrica en la médula espinal para aliviar el dolor.
- Estimulación magnética transcraneal: es un procedimiento que involucra un fuerte impulso magnético a través del cuero cabelludo hacia el cerebro. Aunque se cree que esta opción solo proporcionaría alivio temporal.
- Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea: se envía una pequeña corriente eléctrica a través de la piel hacia puntos en el camino nervioso.
Fuentes consultadas: Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Instituto Nacional de la Salud Mental.