En principio, cada mujer debería consultar a su médico para determinar qué método de control de la natalidad es mejor para ella.
No todos los métodos anticonceptivos son adecuados para todas las situaciones; el método anticonceptivo más apropiado depende de la salud general de la mujer, su edad, la frecuencia de la actividad sexual, la cantidad de parejas sexuales, el deseo de tener hijos en el futuro y los antecedentes familiares de determinadas enfermedades.
Algunos tipos conllevan riesgos graves, si bien esos riesgos aumentan con el embarazo y podrían ser más altos que los riesgos asociados con los diversos métodos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de la Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver (NICHD, por sus siglas en inglés) dentro de los métodos de barrera disponibles están los espermicidas que destruyen el esperma.
Presentaciones químicas
Un espermicida puede usarse solo o en combinación con un diafragma o un capuchón cervical. Suelen estar disponibles en varias concentraciones y presentaciones como espuma, gel, crema, supositorio y película.
El espermicida debe insertarse en la vagina, cerca del útero, no más de 30 minutos antes de las relaciones sexuales y permanecer en el lugar durante 6 a 8 horas después de las mismas para evitar el embarazo. Los espermicidas no previenen la transmisión de enfermedades y pueden causar reacciones alérgicas.
En todo caso, los espermicidas son productos químicos que se colocan en lo profundo de la vagina justo antes de la relación sexual.
Evitan el embarazo de dos maneras: bloquean la entrada al cuello uterino para que el esperma no llegue al óvulo, y afectan la movilidad que los espermatozoides necesitan para llegar hasta el óvulo.
Dentro de ese universo de métodos derivados de productos químicos figura un gel anticonceptivo para mujeres que, aunque la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) no lo haya aprobado aún, se espera que pueda ser lanzado al mercado en 2019.
El gel también es efectivo como remedio contra la vaginosis bacteriana.
Con el uso del gel anticonceptivo ya no hay riesgo de olvido.
Tampoco contiene hormonas ni otras sustancias irritantes en su composición. Es decir, que además de evitar un embarazo no deseado es una barrera eficaz contra las enfermedades de transmisión sexual, ETS.
El gel no debe aplicarse a diario, sino solo cuando se vayan a mantener relaciones sexuales, así que los olvidos no serán un problema.
Se introduce en la vagina con un aplicador similar a un tampón una hora antes de mantener relaciones sexuales. El gel, durante la relación, neutraliza el esperma.
Otra de sus particularidades es que se podrá adquirir sin receta médica.
Entre las pruebas realizadas para confirmar la efectividad y seguridad del gel anticonceptivo, se ha constatado que protege contra las ETS.
Así, según los datos de los estudios realizados con 3.200 mujeres voluntarias, se ha comprobado que tiene una eficacia del 88% contra el herpes al primer minuto de aplicación del gel, y del 100% a los cinco minutos.
De igual manera es altamente eficaz contra la clamidia y la gonorrea en mujeres. Ventajas con las que se presenta un gel femenino que constata la innovación en anticoncepción femenina aunando la eficacia y la comodidad.
Una hora antes
A diferencia de otros geles espermicidas, normalmente para hombres, el que se propone para mujeres no contiene sustancias surfactantes —que no permite el contacto entre dos superficies— lo que evita problemas de irritación y la probabilidad de que la mujer se infecte con el VIH.
Se introduciría en la vagina con un aplicador parecido a un tampón una hora antes de tener relaciones sexuales.
Por otro lado, a diferencia de la píldora, este gel no contiene hormonas que afectan a la salud ni produce efectos secundarios como el aumento de peso, náuseas o depresión.
Además, protege frente a ETS como la gonorrea, la clamidia. Una de las grandes ventajas es que el producto solo se usa cuando se necesita y no hace falta prescripción médica para adquirirlo.
Se estima que, solamente en Estados Unidos, alrededor de 4,5 millones de mujeres sexualmente activas no usan anticonceptivo en sus relaciones. El Foro de población y desarrollo del Parlamento Europeo advirtió en mayo que una de cada tres mujeres europeas no usa ningún método anticonceptivo.