Científicos de la Universidad de California en Berkeley, EE.UU., desarrollaron una píldora anticonceptiva a partir de dos plantas medicinales: el diente de león y el vino del Dios del Trueno.
Si esta pastilla, que se muestra prometedora en los ensayos de laboratorio puede luego demostrar su eficacia en humanos, podría cambiar la forma en que las mujeres controlan la natalidad, tornándose más sencilla.
El gran concepto innovador de la nueva píldora anticonceptiva no sólo radica en sus compuestos, sino en la forma de administrarla: en lugar de tomar una pastilla diaria para evitar la gestación, bastaría con hacer una única toma unos instantes antes o después de tener relaciones sexuales.
El estudio fue publicado en la revista Proceedings. “La nueva píldora parece segura y no plantearía recelos éticos porque impide la fecundación del óvulo y no su implantación, como hace la polémica píldora del día después”, señalaron los investigadores.
Si las pruebas posteriores arrojan buenos resultados, el anticonceptivo podría comercializarse en dos años y convertirse en una alternativa a los tradicionales, explicó a ABC la Dra. Polina Lishko, autora principal del estudio.
“Aún no se han hecho ensayos clínicos con humanos, pero los extractos de las dos plantas se utilizan desde hace siglos como remedios medicinales y sabemos que son seguras. Somos optimistas al pensar que tendrán una toxicidad muy baja y efectos secundarios mínimos”, dijo la investigadora.
El diente de león y el vino del Dios del Trueno bloquean un paso clave de la fecundación, cuando el espermatozoide intenta atravesar la membrana plasmática del óvulo.
La otra innovación de la píldora, según los científicos, es que podrían tomarla tanto hombres como mujeres. El compuesto elaborado con estas plantas medicinales impide que se active, pero no afectan a la motilidad del resto del esperma, por lo que no resultaría tóxico para el hombre. Tampoco sería dañino para el óvulo.
Los investigadores expresaron que el mismo compuesto podría utilizarse como un método anticonceptivo habitual tomado en una pastilla, liberado a través de un parche colocado en la piel, en forma de un anillo vaginal o administrarse como un anticonceptivo de emergencia.
Esto último es posible debido a que los espermatozoides tardan entre cinco y seis horas en madurar, desde que entran en el sistema reproductor femenino. Hay tiempo suficiente para que el anticonceptivo bloquee el último empujón que necesitan los espermatozoides para fecundar el óvulo.
Los compuestos vegetales pueden ofrecer efectividad en el control del embarazo con menos toxicidad, ya que bloquean la fecundación a concentraciones muy bajas, unas 10 veces menores que la “píldora del día después” el llamado Plan B.
“Podrían ser una nueva generación de anticonceptivos de emergencia que nosotros empezamos a llamar 'preservativos moleculares'. Creo que es una mejor opción utilizar un compuesto no hormonal derivado de plantas, que no es tóxico y además es eficaz en menor concentración", dijo la líder de la investigación.