México es un país con serios problemas de desnutrición. Según el Ranking Nacional de Nutrición Infantil de 2013 se calcula que 1.5 millones de niños viven en este estado. Incluso, en algunas regiones los niveles de anemia son más elevados que en ciertas naciones africanas.
Es por esto que investigadores de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán de la UNAM en conjunto con el INIFAP están trabajando en la producción de un tipo de maíz con varias cualidades nutritivas. 
Se trata de un producto obtenido mediante técnicas de mejoramiento genético que además de aportar vitamina D, niacina, fibra, antioxidantes e hidratos de carbono, contiene aminoácidos esenciales para el organismo como la lisina y el triptófano.
Estos nutrientes, de acuerdo con la biblioteca médica ADAM controlan el apetito y ayudan al organismo a la producción de nitrógeno. Además, contribuyen a equilibrar el estado de ánimo y producen un descanso reparador. Algunos de los principales alimentos que los contienen son la leche, huevos, pollo, queso y pescado.
“Nosotros iniciamos este proyecto para incorporar el valor proteico a los maíces que tenemos en la universidad”, comentó Margarita Tadeo Robledo, una de los investigadoras que forman parte de este proyecto.
“Lo primero que hacemos es, mediante diferentes técnicas de mejoramiento, agregar el carácter de alta calidad de proteína a las líneas élite. Al añadir estos nutrientes se impacta directamente en la buena nutrición de en los humanos”, destacó.
Según la investigadora, el objetivo principal de este trabajo se enfoca a obtener diversas propiedades del maíz que puedan entrar en el sistema de producción de la tortilla (alimento que deriva del maíz) y con ello incrementar el valor nutricional de los mexicanos que viven en situaciones de pobreza alimentaria.
Y es que desde tiempos prehispánicos, el maíz representa la principal fuente de alimentación de los mexicanos y en la actualidad el panorama sigue igual.
No obstante, los investigadores advierten que por ahora no es posible cosechar este tipo de maíz ya que hacen falta más pruebas para asegurar su conservación en los cultivos. Pero confían que en un futuro muy cercano será una realidad.
