El agua de coco es una de las opciones favoritas para refrescarse en los días de verano o durante unas vacaciones a la orilla del mar. Además, es común encontrar todo tipo de información sobre sus beneficios que, además, es aprovechada para venderla como un producto saludable.
Si hacemos una búsqueda en Google sobre el agua de coco, podemos encontrar atributos como que contiene minerales y vitaminas y fibra que ayuda a los intestinos, es baja en grasa, ayuda a la digestión, previene enfermedades del corazón, hidrata y mejora la piel, entre muchos otros. Veamos qué hay de cierto.
De acuerdo a especialistas de la Universidad de Universidad de Kerala, India, el agua de coco tiene muchas aplicaciones medicinales para tratar síndromes metabólicos, como hiperlipidemia, hiperglucemia e hipertensión. Al probar sus efectos en ratas con diabetes, notaron que ejerce un potencial efecto antihiperglucémico significativo y podría desarrollarse como un potente fármaco para el tratamiento de la diabetes y las complicaciones asociadas.
Investigadores de la misma universidad evaluaron sus beneficios en el metabolismo lipídico experimentando en ratas. Los resultados indicaron la bebida tuvo efectos positivos sobre los parámetros de lípidos en suero y tejido en las ratas alimentadas con una dieta alta en colesterol.
Cabe destacar que la India es uno de los países donde se consume más agua de coco. Sin embargo, ni estas ni otras evidencias sobre sus aportes a la salud son concluyentes.
Aunque se consume comúnmente como bebida energética, el agua de coco no mejora los marcadores de hidratación durante el ejercicio y el rendimiento durante una prueba contrarreloj, en comparación con el agua, estos hallazgos fueron publicados en 2017 en International Journal of Sport Nutrition and Exercise Metabolism.
En otra investigación divulgada en 2014, los autores evaluaron su efecto en los deportistas. Encontraron que, a pesar del potasio que contiene, la sed aumentó inmediatamente después del ejercicio y no hubo evidencia de beneficios de rehidratación adicionales.
Katherine Zeratsky, nutricionista de la Clínica Mayo, dice que la bebida se toma para rehidratar porque contiene electrolitos naturales, como potasio, sodio y manganeso, pero las cantidades pueden variar según la madurez de la fruta. Eso explicaría por qué también hay alguna evidencia que sugiere que su consumo puede ser comparable a tomar una bebida deportiva.
El potasio que contiene puede ser un beneficio, de acuerdo a la nutricionista, ya que muchas personas no obtienen la cantidad suficiente de este nutriente de su alimentación regular. Pero también contiene sodio y eso podría ser negativo si se lleva una dieta alta en sal.
La especialista aclara que, por ser el líquido que contiene una fruta, el agua de coco natural se considera un jugo; si se compara con otros jugos, es baja en azúcar y calorías. “Como bebida informal, el agua de coco se considera segura”, afirma. Tiene algunas calorías, de 45 a 60 en una porción de 8 onzas.
Finalmente, agrega Zeratsky que “sopesando los pros y los contras, el agua pura sigue siendo la elección inteligente”.
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