Alterar la conducta del individuo, producir angustia y deteriorar su funcionamiento personal son algunos de los síntomas de la adicción a los videojuegos que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya es un desorden mental, formalmente. El año pasado se pensaba incluir el trastorno en la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD, por su sigla en inglés) y la decisión ha sido ratificada.
La OMS ya lo había advertido a finales de 2017: después de 10 años de revisión, consideraban clasificar como enfermedad la adicción a los videojuegos. Aquel aviso ya es un hecho: esta adicción forma parte de la 11°edición de ICD que será publicada en 2022.
Vladimir Poznyak, jefe del Departamento de Salud Mental del organismo, declaró a CNN que tras el seguimiento que han hecho en las poblaciones y en el campo profesional, tomaron la decisión: “Los profesionales de la salud deben reconocer que los trastornos por videojuegos pueden tener consecuencias graves para la salud”.
Como argumento a esta clasificación, la OMS definió tres características clave. La primera es que el juego tiene prioridad sobre otras actividades, que se van dejando de lado. La segunda, la alteración de comportamiento que se puede intensificar, incluso si hay consecuencias negativas. Y la última, que la condición conduce a una angustia y un deterioro significativo en el funcionamiento del individuo que se refleja en el ámbito personal, familiar, social, educativo y laboral.
Y todo esto puede venir acompañado de alteración en patrones de sueño, problemas de alimentación y deficiencia en la actividad física.
No todos los gamers son adictos
La adicción a los videojuegos forma parte de la categoría trastorno del juego, que es una condición clínica que no está asociada con el uso de sustancia psicoactiva, pero es igual de adictiva. Según el ICD, un diagnóstico de este desorden significa que ha surgido un patrón de comportamiento persistente o recurrente de gravedad suficiente y puede ser en línea (a través de Internet) o fuera de línea.
Pero tener un episodio con estas características no significa que la persona esté enferma. Para que haya un diagnóstico, el patrón negativo de comportamiento debe mantenerse por un período de un año, mínimo.
El vocero de la OMS también aclaró que, aunque millones de personas juegan con estos dispositivos en todo el mundo, la prevalencia de esta enfermedad es baja.
Para qué sirve el ICD
La OMS pretende que la clasificación de desorden de juego signifique que los profesionales de la salud y los sistemas estarán más alertas sobre la existencia de esta condición y las personas que la padecen puedan obtener ayuda apropiada.
El ICD es un estándar para el diagnóstico que define 55,000 lesiones, enfermedades y causas de muerte y es usado por investigadores, médicos e instituciones de salud. La nueva versión, ICD-11, se presentará en la Asamblea Mundial de la Salud en 2019 para la aprobación final.
Otros hallazgos
Un estudio publicado en 2009 en Psychological Science señaló que alrededor del 8,5% de los jóvenes estadounidenses de entre 8 y 18 años exhibían un nivel de uso de los videojuegos calificado como patológico, ya que estos afectaban áreas importantes de sus vidas, como el rendimiento escolar.
Pero la adicción a los videojuegos no es sólo un problema de niños o adolescentes. Otra investigación de 2009, reportó que la edad promedio de los jugadores de videojuegos en Estados Unidos es de 35 años.
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