La Organización Mundial de la Salud (OMS) incluirá la adicción a los videojuegos como un desorden de salud mental en la nueva edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades, que se publicará en 2018.
Según el borrador elaborado por la OMS, los videojuegos se convierten en algo más que un hobby cuando no puedes controlar la frecuencia con la que juegas.
El patrón de comportamiento es de suficiente gravedad como para causar un deterioro significativo en las áreas de funcionamiento personal, familiar, social, educativo, ocupacional u otras áreas importantes. La conducta adictiva y otras características son normalmente evidentes durante un período de al menos 12 meses para que se asigne un diagnóstico, aunque la duración requerida puede acortarse si se cumplen todos los requisitos de diagnóstico y los síntomas son graves, señala la OMS.
"Los profesionales de la salud deben reconocer que los trastornos del juego pueden tener consecuencias graves para la salud", aseguró Vladimir Poznyak, responsable del departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS, en declaraciones a la revista New Scientist.
El trastorno será incluido por primera vez en la Clasificación Internacional de Enfermedades, un manual de diagnóstico ampliamente utilizado que se actualizó por última vez en 1990, y la última versión, llamada ICD-11, se publicará en 2018.
La redacción sobre las características del trastorno del juego, que se incluirá en ICD-11, aún no ha finalizado pero el borrador actualmente enumera una variedad de criterios que los médicos podrían utilizar para determinar si el juego de una persona se ha convertido en una condición de salud grave.
Características
Según la clasificación de la OMS, una persona convive con el trastorno:
- Si no controla la conducta de juego en cuanto al inicio, frecuencia, intensidad, duración, finalización y contexto en que se juega
- Si hay un aumento de la prioridad que se otorga a los juegos frente a otros intereses vitales y actividades diarias
- Si esa conducta se mantiene y escala.
Un estudio publicado en el año 2009 en la revista Psychological Science señaló que alrededor del 8,5% de los jóvenes estadounidenses de entre 8 y 18 años exhibían un nivel de uso de los videojuegos calificado como patológico, ya que los videojuegos afectaban áreas importantes de sus vidas, como el rendimiento escolar.
Pero la adicción a los videojuegos no es sólo un problema de niños o adolescentes. Una investigación, también de 2009, reportó que la edad promedio de los jugadores de videojuegos en los Estados Unidos es de 35 años.
Sin embargo, los videojuegos no serían del todo dañinos para la salud en un marco controlado. Estudios previos señalaron que jugar videojuegos en 3D puede mejorar la capacidad de formar recuerdos, y podría beneficiar al cerebro a medida que se envejece.