En medio de la crisis de opiáceos que atraviesa Estados Unidos ha surgido el nombre de otro medicamento asociado a las sobredosis, pero este no pertenece al grupo de analgésicos narcóticos. Se trata de la gabapentina, un anticonvulsivo de uso común.
Las alarmas se encendieron en diciembre pasado, cuando la Junta de Farmacia de Ohio comenzó a reportar ventas de recetas de gabapentina en su monitoreo regular de sustancias controladas (aunque no pertenece a esa clasificación) y encontró que era la medicación más recetada del mes. Luego, la Red de Monitoreo de Abuso de Sustancias de Ohio emitió una alerta sobre el creciente uso indebido de esta droga en todo el estado. Pero su popularidad va mucho más allá.
La gabapentina es hoy una de las medicinas más recetadas en Estados Unidos: fue novena el año pasado de acuerdo con la firma rastreadora de recetas GoodRx. Su auge es consecuencia de las nuevas restricciones sobre los analgésicos opiáceos, que han obligado a los médicos a buscar alternativas para tratar el dolor crónico para sus pacientes.
Aunque ahora se use como un equivalente al opiáceo, su origen es muy diferente: es un medicamento anticonvulsivo y también se receta para ciertas dolencias. Se usa en pacientes con epilepsia, para aliviar el dolor de la neuralgia postherpética (que son los síntomas que perduran después de un ataque de herpes zóster) y para tratar el síndrome de las piernas inquietas.
Peligro potencial
La gabapentina fue aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) en 1993, bajo las marcas Neurontin, Gralise y Horizant y desde 2004 ha estado disponible como genérico. Aunque la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos advierte que puede causar somnolencia o mareos, provocar pérdida de coordinación e incluso desarrollar tendencias suicidas, se había considerado un medicamento seguro seguro. Pero los nuevos hallazgos han puesto en entredicho su uso.
Según la Oficina del Forense en Louisville, se encontró gabapentina en casi una cuarta parte de todas las sobredosis y aparece en aproximadamente 1 de cada 3 muertes por esa causa. Y un estudio del Centro de Investigación sobre Drogas y Alcohol de la Universidad de Kentucky publicado en 2016 encontró que aproximadamente una quinta parte de quienes abusan de los opiáceos la usan indebidamente.
Pero el uso de la gabapentina sola no es la causa de las sobredosis o de las muertes asociadas. Es posible que sea su combinación con drogas potentes, como el fentanilo, lo que causa el riesgo, sin embargo, sobre estas interacciones aún falta investigar.
A la espera de regulaciones
En febrero de este año Scott Gottlieb, Comisionado de Alimentos y Medicamentos de la FDA, explicó durante un discurso que la crisis de los opioides está tomando giros nuevos e impredecibles y hay nuevas amenazas que los preocupan. Una de ellas es el riesgo de abuso de la gabapentina.
“La FDA está investigando si su abuso o mal uso están aumentando y, de ser así, qué se debe hacer para abordar el problema”, dijo. “Nos preocupa que el uso indebido y el abuso de estos medicamentos pueda ocasionar eventos adversos graves, como depresión respiratoria y muerte. Queremos comprender los cambios en la forma en que los pacientes usan estos medicamentos”.
Gottlieb aseguró que han emprendido acciones como analizar los sitios en redes sociales donde los usuarios de opioides comparten sus motivaciones para usar los gabapentinoides e investigan para detectar patrones de su uso. Se espera que pronto anuncien nuevas medidas sobre su uso.
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