¿Son seguras las alfombras rojas?

Mientras daba autógrafos durante la presentación de “Maleficent”, la cinta que protagoniza su pareja Angelina Jolie, Pitt fue atacado por Vitali Sediuk, un reportero ucraniano quien se especializa en gastar bromas de mal gusto a las celebridades y quien le dio un puñetazo en el rostro. Por fortuna Brad está bien.

Luego del intento de agresión, Pitt aseguró a la revista People, que “ese loco estaba intentando meter su cabeza en mi entrepierna”. Cuando notó que Sediuk trataba de cometer ese acto le dio “dos flojos golpes” en la cabeza para que se alejara. Posteriormente solicitó una orden de alejamiento contra el reportero.

Según Pitt, el tipo de actitudes como la de Sediuk lo único que provocan es que las fans de las estrellas de Hollywood cada vez les sea más difícil conseguir un autógrafo o un apretón de manos de sus artistas.

Este tipo de hechos, provoca que muchas estrellas lleguen a temer por su vida, por lo que en ocasiones se hacen acompañar por guardaespaldas, pues en los actos públicos ellos se exponen ante una multitud de personas y puede pasar cualquier cosa que atente contra ellos.

Esta no es la primera vez que el periodista Sediuk tiene comportamientos de este tipo. En otra ocasión, hizo enfurecer al actor Will Smith, cuando en la alfombra de la presentación de la cinta “Men in Black 3" intentó besarlo. Will, no soportó la broma y le propinó al ucraniano un golpe en la boca.

Generalmente se suele señalar a los fanáticos como los principales agresores de los personajes, pero tampoco hay que pasar por alto a los representantes de la prensa, pues no sólo con la tinta pueden llegar a lastimar a los personajes de la actualidad, sino también físicamente.

Un ejemplo es el del ex presidente George W. Bush, quien a finales de 2008 fue atacado por un periodista iraquí, quien en una conferencia de prensa le arrojó sus zapatos y lo llamó “perro”. Este caso, junto con el del periodista ucraniano son muestra de que los reporteros también pueden significar una amenaza.

En 2005 el actor estadounidense fue atacado por un supuesto reportero con una pistola. Por fortuna, en lugar de balas, el arma sólo contenía agua, y al recibir el disparo de agua el actor se molestó tanto que estuvo a punto de llegar a golpear a su agresor.

Ser una celebridad también puede ser motivo de muchas envidias. Durante una alfombra roja, en marzo de 2012, la socialité y ahora señora de West, fue sorprendida con una bolsa de harina que le fue arrojada por una joven. A pesar de la agresión y de terminar bañada en polvo, Kim no presentó cargos por el hecho.

Los fans pueden ser el mejor amigo de un artista, pero también el peor enemigo, puesto que se han registrado una gran cantidad de casos, en los que los seguidores han llegado a acosar de una manera aterradora a sus estrellas al grado que han tenido que intervenir las autoridades y las leyes.

Y es que, en ocasiones, algunos seguidores piensan sobre sus ídolos, que al tratarse de figuras públicas, se puede invadir su intimidad más allá de lo establecido. Algo similar le pasó a la actriz América Ferrera, quien en la alfombra de Cannes, alguien se metió por debajo de su vestido y vio todo lo que había detrás de éste. Se trataba de Sediuk.

Un requisito para poder tener acceso a una alfombra roja, es contar con una acreditación de prensa, como por ejemplo, un gafete con fotografía y el medio impreso de quien se representa. Evidentemente, esta medida no es del todo segura, ya que cualquier persona podría filtrarse al evento falsificando una identificación.

A menos que se trate de un evento en el que acudirá el presidente del país, tanto reporteros como fotógrafos son revisados por equipos de seguridad para saber si portan equipo que pueda atentar con la vida del mandatario. En otros eventos de menos importancia, no existen tales revisiones.

Debido a la poca seguridad, el riesgo de que alguien se filtre a un evento de esta magnitud, lleve un arma y la accione apuntando hacia alguna estrella es muy latente. Por fortuna, hasta el momento no se han registrado este tipo de situaciones, pero es una de las mayores preocupaciones de las estrellas.

La ex estrella de Disney ha recibido toda clase de muestras de cariño que pueden llegar a espantar a cualquier artista. En alguna ocasión Zac confesó que en una alfombra, unas fans corrieron hacia él y lo abrazaron tan fuerte que alguien le dejó de “recuerdo” una uña enterrada en su espalda.

Y es que, cada que un artista desfila por una alfombra desconoce qué pueda pasar. En ocasiones, los seguidores se han llegado a alebrestar y lanzar insultos contra sus máximos ídolos. Ha habido casos que la seguridad física de los famosos se pone en aprietos, pues los fans terminan venciendo las vallas de seguridad que les son puestas.

En muchas ocasiones los fans pueden llegar a hacer cualquier cosa, sin importar si llueve o truene con tal de estar junto a su artista. Incluso han llegado a invadir sus propiedades con tal de hablar con ellos. Algo similar le ocurrió a Selena Gomez, cuando notó que tenía en su casa un inquilino no invitado.

Seguir a las celebridades es una forma de escapar a las propias realidades y separarse del mundo real, al menos por un rato. Es decir, se busca el entretenimiento. Y en dosis moderadas, no es nada malo para la salud mental, explica Judith Kuriansky, psicóloga y profesora de la Universidad de Columbia.

Se han registrado casos en los que el fan enloquece y llega a cobrar la vida de su ídolo. Algo similar le pasó en diciembre de 1980 al músico británico John Lennon al ser asesinado en manos de Mark David Chapman, quien se definía como un admirador del ex beatle.

Estar frente ante la presencia de prensa y seguidores a la vez, aumenta el riesgo de que se pueda perder el control en una alfombra roja. Para esto, los artistas deben saber cómo reaccionar y conocer alternativas ante algún desperfecto. En la imagen. El actor Gerard Butler repartiendo autógrafos.

"Si miras mucho más la vida de los demás que las cosas que haces por tu propia vida, entonces ya no es saludable o bueno para tí, dice Kuriansky. "Ir al museo, aprender un nuevo deporte, tomar un nuevo pasatiempo, ninguna de esas cosas es menos importante que seguir la vida de otra persona”.