El gimnasio es el lugar ideal para los que buscan ponerse en forma, recuperar condición física o hacer algo por su salud. Sin embargo, en el intento se pueden cometer ciertos “pecados” que lo único que harán será entorpecer el entrenamiento, no alcanzar los objetivos deseados y causar deserción. ¿Quieres saber cuales son?
Comenzar a entrenar de manera irracional traería consigo varios riesgos, desde sufrir dolores musculares, contracturas, hasta roturas de ligamentos y esquinces. Ante esto, es normal que las personas abandonen los gimnasios.
2. No calentar
Aunque parece una pérdida de tiempo, el calentamiento es una manera de prepararse tanto física como psicológicamente para el ejercicio. Además permite obtener un mejor rendimiento a nivel corporal y evita el riesgo de sufrir alguna lesión.
No tiene nada de malo hacer amigos en el gimnasio, pero dedicar más tiempo a socializar que a ejercitarse es el problema. Este tipo de distracciones pueden bajar el rendimiento y productividad del entrenamiento.
4. Falta de intensidad
Existe la creencia de que el simple hecho de ir a mover los músculos del cuerpo es sinónimo de tonificación y quema de grasa. Aunque en parte lo es, solo alcances el objetivo si las rutinas del entrenamiento se hacen con intensidad.
Ir al gimnasio también se puede convertir en una rutina. Realizar siempre los mismos entrenamientos es similar a entrar en una zona de confort. Para evitar esto los entrenadores recomiendan ejercitar otras áreas del cuerpo, probar otros aparatos, así como intercalar intensidades y tareas.
6. Descansar entre series
Si además de hacer siempre la misma rutina se alarga el tiempo de descanso entre series, el resultado será poco productivo. Se sugiere hacer pausas de 30 a 60 segundos o cuando las pulsaciones cardiacas estén al 60% de la frecuencia máxima.
Sacarle el máximo provecho a los aparatos o pesas en un tiempo récord tampoco es lo mejor. Muchas personas cuando recién ingresan al gym tienen esta mentalidad, lo que se traduce en dolor, frustración y deserción. Lo mejor en estos casos es integrarse a un programa de manera gradual.
8. “Entrenar” el ego
Es posible hallar en los gimnasios personas que cargan pesos muy superiores a su capacidad con el fin de sorprender a los demás sobre sus habilidades. Debes saber que existe un alto riesgo de sufrir lesiones y de hacer mal el entrenamiento.
Llevar jeans o bañadores al gimnasio no es lo más recomendable, y qué decir de accesorios como collares, pulseras y bañadores que pueden engancharse fácilmente en algún aparato. Lo mejor es usar calzado deportivo y prendas con tejidos que no transpiren o no sean elásticas.
10. Mirar el reloj
Estar todo el día en el gimnasio no garantiza que en verdad se esté pasando tiempo de calidad con avances en los entrenamientos. Esto puede llevar a desesperación, sobre exigencias, lesiones o deserción. El tiempo promedio recomendado para entrenar es de una hora.