Guía para cuidar la salud de tus pies

Todo el peso

Una persona da, en promedio, 10.000 pasos por día, y unos 3 millones por año. Cada paso puede poner de dos a tres veces la fuerza de tu peso corporal sobre tus pies. Es decir, que los pies soportan todo el peso de tu cuerpo y se encargan de coordinar los movimientos, el equilibrio y la maniobrabilidad. Como están más lejos del corazón, el suministro de sangre es más lento.
Para tener huesos más sanos
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Molestias y dolor

Catorce de los 26 huesos de los pies están en los dedos. Los dedos de los pies, especialmente el dedo gordo, te ayudan a moverte y a mantener el equilibrio. El uso de zapatos demasiado holgados o demasiado ajustados puede causarte problemas en los dedos del pie. Algunas enfermedades, como la artritis severa, también producen molestias y dolor en los dedos. Con frecuencia, la gota causa dolor en el dedo gordo.
Señales de alerta de la artritis

Las articulaciones

El pie tiene más de 30 articulaciones. Muchas personas experimentan dolores que afectan una o más de esas articulaciones. A veces, cuando la molestia se hace persistente, el dolor puede ir acompañado de hinchazón, sensibilidad, rigidez, enrojecimiento, moretones y/o un aumento del calor en las articulaciones afectadas.
Dieta para aliviar el dolor
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Medicamentos y cirugía

El dolor en las articulaciones puede ser causado por trauma, infección, inflamación, artritis, bursitis, gota, o problemas estructurales en los pies. Puede tratarse con reposo, elevación y limitación al caminar. Medicamentos anti-inflamatorios no esteroideos como ibuprofeno, y la aplicación de hielo. También pueden ser indicados aparatos ortopédicos. Un cirujano de pie y tobillo es el más indicado para determinar el trtamiento adecuado.

Cambios naturales

Con el tiempo, y si hay otros factores en juego, los pies pueden sufrir varios cambios, asociados, además, con el envejecimiento: el pie se hace más ancho y largo. Hay un suave asentamiento del arco, lo cual se ve como un aplanamiento del pie. La almohadilla de grasa en la parte inferior del talón disminuye, lo que hace que se pierda el relleno natural y el amortiguador para el paso. El pie y el tobillo pierden algo de su rango de movimiento.
Alimentos antienvejecimiento
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Cambios anormales

Hay otros cambios en los pies que los médicos consideran anormales o patológicos. Estos ocurren por el uso prolongado de zapatos inapropiados y sus consecuencias se presentan después de los 40 años: juanetes, dedos en martillo, dedos en garra, callos o callosidades, Neuroma de Morton, artritis de las articulaciones.
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Buena elección

Para comenzar a cuidar la salud de tus pies puedes seguir estas recomendaciones a la hora de elegir un calzado: no escojas por número ni marca. Elige según la anatomía de tu pie. Mide regularmente ambos pies. Trata de probar los zapatos al final del día. No esperes que el calzado ceda en el futuro. El talón debe quedar cómodo sin deslizamiento. Camina y camina antes de comprarlos.

Uso adecuado

Los zapatos deben ajustarse bien al pie, ni muy apretado ni muy holgado. No deben ser demasiado estrechos en la punta, o podrían provocar rozaduras y ampollas. Los materiales deben ser flexibles y transpirables. Evita los zapatos demasiado planos o con tacón demasiado alto. La altura adecuada del tacón del zapato debería oscilar entre 2 y 4 cm. Además, el tacón no debe ser fino, sino ocupar toda la base del talón. Los zapatos deben sujetarse bien
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Lavado regular

Los pies son una parte del cuerpo que suele sudar más que otras. Lavarlos con regularidad te ayudará a mantenerlos limpios para evitar malos olores e infecciones. Lávalos dos veces al día, al levantarte y al acostarte, con un jabón suave o antiséptico. No uses agua muy caliente, ya que podría eliminar los aceites naturales de la piel; por eso es mejor usar agua tibia. Debes secarlos muy bien para evitar que se puedan formar hongos.
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Exfoliación

La piel de los pies es más gruesa y diariamente sufre al caminar o incluso a causa del roce de los zapatos, lo que provoca que se acumule una gran cantidad de piel muerta. Por eso es importante eliminar esa piel, para evitar que se formen callos y durezas. Con una lima de pies o una piedra pómez, elimina todas esas células muertas, al menos, dos veces por semana. Antes de hacerlo es recomendable reblandecer la zona, remojando los pies en agua.

Hidratación

Los pies suelen volverse secos y agrietados. Para evitarlo, aplícate crema hidratante dos veces al día, después de lavarte los pies, sobre todo por la noche. Date un masaje con movimientos circulares a lo largo de toda la planta del pie. Sin embargo, procura no aplicar demasiada crema entre los dedos, ya que si esa zona se queda húmeda podría propiciar la aparición de bacterias u hongos. En lugar de crema hidratante, también puedes usar aceites.
Aceites saludables
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Cuida tus uñas

Las uñas de los pies también necesitan un cuidado específico. No hace falta una pedicura profesional, tan solo necesitarás cortarlas y limarlas cada dos semanas aproximadamente. Para cortar las uñas de tus pies correctamente, no uses tijeras sino un cortauñas. Intenta no cortarlas demasiado cortas o podrían dolerte al caminar. También es importante limar luego las esquinas para que no queden ángulos demasiado marcados
Remedios caseros
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Masajes

Un masaje de 5 minutos al final del día bastará. Puedes usar aceite de oliva o de coco caliente para hacerlo. Utiliza tus pulgares para ir presionando la planta de los pies, con movimientos circulares. No te olvides de masajear el empeine y los tobillos, también forman parte de tu pie. Todo eso mejora la circulación sanguínea en los pies y las piernas.
Beneficios para la salud
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Fuentes consultadas

La Sociedad Americana de Ortopedia de Pie y Tobillo Academia Americana de Médicos de Familia Colegio Americano de Cirujanos del Pie y Tobillo
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