Estreñimiento, diarrea, pérdida de cabello, trastornos digestivos, aumento de peso y fatiga, son síntomas del mal funcionamiento de la glándula tiroides. Por suerte, la naturaleza tiene un arsenal de alimentos que pueden ayudarte a combatir ese problema, llamado hipotiroidismo. Mira cuáles debes incluir y cuáles evitar.
Mucho más que una glándula
La tiroides es una glándula endocrina en forma de mariposa ubicada en el cuello, justo arriba de la clavícula. Controla el metabolismo del cuerpo, su temperatura y el procesamiento de las calorías. Si el nivel de la hormona tiroidea es anormal, se puede tener problemas para mantener un peso saludable o regular muchas de las funciones del organismo.
Cuando los niveles de hormona tiroidea están bajos, los procesos corporales comienzan a funcionar con lentitud. Podrías notar que sientes más frío y te fatigas fácilmente, que tu piel se reseca o sufres estreñimiento. Sin embargo, los cambios inexplicables en el peso es uno de los síntomas más evidentes de que la tiroides funciona mal.
Más en mujeres
Millones de personas en EE. UU. tienen enfermedades tiroideas, la mayoría son mujeres. Si padeces una enfermedad de este tipo, tu cuerpo consume la energía más lenta o más rápido de lo debido, según si se trata de hipertiroidismo o hipotiroidismo. Para mantener esa situación bajo control y evitar problemas, puedes complementar tratamientos médicos con los siguientes alimentos:
1. Yodo
Según los especialistas, la deficiencia de yodo es la causa más común de hipotiroidismo y afecta al 15% de las mujeres en EE. UU., por lo que una dieta rica en este mineral resultará de gran ayuda. Para obtenerlo puedes elegir entre diferentes opciones: huevos, acelga, calabaza, semillas de sésamo, mariscos, almejas, mejillones o atún.
2. Ácidos grasos Omega 3
Los ácidos grasos Omega 3 son los responsables de impulsar el metabolismo, aumentar la circulación sanguínea y ayudar a reducir la inflamación que causa la lenta función tiroidea. Los alimentos que puedes incluir en tu dieta para incorporarlos son: aceite de linaza, salmón, pescado azul, como atún, bacalao y caballa, y en menor medida los frutos secos.
Es uno de los minerales más importantes en el cuerpo y juega un papel esencial en la función de la hormona tiroidea. La evidencia científica señala que las mujeres que tomaron un suplemento de zinc (10 miligramos diarios) registraron una notable mejoría de sus síntomas. También puedes incluir en tu dieta ostras, germen de trigo, salvado, carne de cordero, jengibre, frutos secos y guisantes.
El cobre desempeña un papel esencial para el buen funcionamiento de la tiroides y para la producción de las hormonas responsables de regularla. Los alimentos que más cantidad de este micromineral contienen son el hígado, riñón, mollejas y otras vísceras. También se encuentra en carnes, cereales integrales, cacao y legumbres.
5. Selenio
El selenio es un potente antioxidante celular que interviene en la formación de las hormonas tiroideas y protege a la glándula tiroides de los daños de los llamados radicales libres. Puedes incluir los siguientes alimentos en tu dieta para aumentar el aporte de selenio: setas, ajo, cebolla, semillas de girasol o sésamo, huevos y germen de trigo.
El hierro forma parte del mecanismo que transporta las hormonas tiroideas dentro de las células, por lo que, si se tiene niveles bajos de este mineral, se pueden padecer síntomas de hipotiroidismo. Las lentejas, garbanzos, arroz integral, almendras, semillas de girasol, hígado, sardinas, yemas de huevo y espinacas son opciones ricas en hierro.
Así como hay alimentos que pueden ayudar a equilibrar las hormonas tiroideas y aliviar muchos de sus síntomas, existen otros que se deben evitar o limitar su consumo. Se trata de los llamados bocígenos, que son ricos en ácidos cafeico, clorogénico, elágico y litio, e interfieren en la producción de hormonas tiroideas.
Cuidado con la soja
La soja está compuesta por isoflavonas (también conocidas como fitoestrógenos) que interfieren en la absorción de yodo por la tiroides y pueden afectar negativamente la síntesis de hormonas tiroideas mediante el bloqueo de la enzima peroxidasa tiroidea. Sin embargo, el consumo de cantidades adecuadas de yodo puede obstaculizar ese efecto.
El brócoli, col, coles de Bruselas, coliflor, hojas de col rizada, nabo y rúcula, contienen goitrina, un compuesto que interfiere en la síntesis de la hormona tiroidea. Sin embargo, cocinar los vegetales puede desactivar el compuesto y hacerlos más seguros para el consumo, y, nuevamente, la ingesta suficiente de yodo anularía la influencia de la goitrina en la tiroides.
Consulta al médico
Todos deben examinar el funcionamiento tiroideo cada cinco años, a partir de los 35 años, según recomienda la Asociación Americana de la Tiroides. Sin embargo, las personas con síntomas o factores de riesgo pueden necesitar exámenes con mayor regularidad. El grupo más vulnerable son las mujeres mayores de 60 años.
Fuentes consultadas
Asociación Americana de la Tiroides, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Departamento de Agricultura de EE. UU., Natural Medicines.