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10 señales en tu cuerpo que dejó la maternidad
Por Lic. Veronica Wolman, psicóloga
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Sin duda, los hijos son lo mejor que nos ha pasado en la vida. Ellos hacen que cada día sea una aventura que vale la pena vivir. Nuestro corazón crece hasta tomar un tamaño inesperado , pero sin embargo la maternidad también se nota en otras partes del cuerpo. Descubre las 10 señales que en tu cuerpo delatan que eres mamá.
1: Cuerpo redondeado
A pesar de sentirte feliz y radiante, hay señales en tu cuerpo que hablan de tu maternidad: cintura desdibujada, caderas anchas, el famoso rollito de la leche en la espalda. No te compares con ninguna otra mamá que conozcas. La capacidad del cuerpo de volver al punto previo depende en su mayoría de la genética
Investigadores de la Universidad de Minnesota entrevistaron a 506 mamás recientes y descubrieron que la insatisfacción con su cuerpo aumentaba mucho en los meses siguientes al parto. “Es importante educar a las mujeres sobre las expectativas del peso y los cambios corporales del posparto”, dicen los investigadores.
2: Falta de deseo sexual
Los expertos señalan que es normal que el deseo sexual en la mujer se vea afectado después de convertirse en mamá. Suena lógico: además de tener que ocuparte de tu bebé, tu cuerpo ha pasado por mucho, incluso hormonalmente puedes tener algunas deficiencias.
"Las fluctuaciones hormonales del embarazo y la lactancia afectan el deseo sexual”, explica la Dra Eva Rito, autora del libro “Guía concisa de terapia familiar y marital”. La reducción de los niveles de estrógenos pueden provocar sequedad vaginal y falta de deseo, así como también los cambios en los niveles de testosterona.
3: Várices
Las varices se producen por acumulación de sangre y subsecuente dilatación de las venas superficiales que se produce en la mujer por el crecimiento del bebé y el útero. Por otro lado, la elevada progesterona debilita las paredes de las venas, que tiende a relajarse y deformarse.
Estética y dolor también
La predisposición genética, el aumento de peso, la mala alimentación y el sedentarismo contribuyen a la formación de varices. Además de ser molestas estéticamente, las varices pueden ser dolorosas y derivar en cuadros más severos como la trombosis o tromboflebitis, que se produce cuando se forma un coágulo en la vena que puede incluir una infección.
4: Ojeras por no dormir
Una encuesta de la Fundación Nacional del Dormir reportó que un 76% de los padres tienen problemas para dormir. La falta de sueño puede dejarte desorientado, con dificultad para concentrarte, menor capacidad para hacer cosas y alteraciones emocionales, incluso hacerte sentir deprimida.
Como si esto fuera poco, investigadores de la Universidad de Chicago descubrieron que la falta de sueño altera los niveles de circulación de las hormonas que regulan el apetito, causando un aumento del hambre y una clara preferencia por comidas ricas en carbohidratos. Toma siestas, pide ayuda, como sea, busca la forma de dormir y desterrar el fantasma de la 'Mujer Maravilla' de tu vida.
5: Tiroiditis posparto
Existe un trastorno de tiroides muy común en las mujeres que han sido madres recientemente: la tiroiditis posparto, una inflamación de la glándula tiroidea que produce una variación autoinmune que puede resolverse naturalmente con el tiempo o derivar en un hipo o hipertiroidismo crónico después de unos años.
La tiroiditis posparto, también conocida como enfermedad de Hashimoto, puede producir los siguientes síntomas: Disminución de la leche materna, pérdida de cabello, fatiga, aumento de la glándula tiroidea y depresión. El diagnóstico de esta patología se realiza mediante un análisis de sangre.
6 : Falta de calcio
El calcio es un mineral esencial para la vida, ya que mantiene la estructura y salud de nuestros huesos, contribuye a la contracción y relajación de los músculos, a la coagulación de la sangre y la trasmisión de impulsos nerviosos. Un 75% de las mujeres americanas no tienen suficiente calcio en su sistema y muchas de ellas arrastran este tema desde sus embarazos.
En los Estados Unidos, más de la mitad de las madres con niños pequeños trabajan. “No hay evidencia científica de que el hecho de que las madres trabajen perjudique a los niños. El desarrollo de un niño depende mucho más del cuidado, atención y cariño que recibe”, explica la Sociedad Americana de Pediatría.
¿Cómo volver a trabajar?
Si estás pensando en volver a trabajar los expertos recomiendan que explores seriamente el por qué quieres hacerlo y que conozcas los talentos y habilidades que puedes ofrecer.Antes de dar el primer paso, asegúrate de tener bien organizado tu sistema de soporte en la casa y con los niños.
8: Alta presión o preclampsia
Los problemas de alta presión o preclampsia durante el embarazo son muy peligrosos ya que pueden desembocar en enfermedades coronarias o insuficiencia renal y son la segunda causa de muerte materna en Estados Unidos. Esta condición ocurre entre el 6 y 8% de los embarazos, sobre todo en mujeres obesas con antecedentes de presión alta y la mayoría de las veces se “cura” con el nacimiento del bebé.
Un riesgo controlable
Acorde con el Programa Nacional de Educación en Alta Presión, haber sufrido preclampsia o alta presión en el embarazo no aumenta el riesgo de tener problemas de presión a largo plazo. Sin embargo, algunas mujeres que tuvieron preclampsia durante el embarazo pueden estar predispuestas genéticamente a tener problemas de presion y desarrollarlos posteriormente.
9: Incontinencia urinaria
Muchas mujeres durante y después del parto sufren pequeñas pérdidas involuntarias de orina, sobre todo al momento de reírse, estornudar o durante el ejercicio físico. El aumento de peso durante el embarazo o el esfuerzo del parto pueden estirar y debilitar los músculos del piso pélvico y causar este tipo de problemas.
Algunos estudios sugieren que quienes han tenido partos vaginales, sobre todo con bebés grandes son más propensas a tener este problema, así como también las chances aumentan cuando la madre es obesa o ha tenido varios hijos. Si la incontinencia persiste habla con tu médico, en algunos casos es necesario realizar una pequeña cirugía reparatoria.
10; Sentimientos de culpa
Una de las cosas más difíciles para las madres es no sentirse culpables. Los hijos, las exigencias sociales, los desafíos laborales y la acumulación de obligaciones puede llevarnos a sentirnos mal, hagamos lo que hagamos. El psicoterapeuta inglés Donald Winnicot define a las madres como inmersas en una “sensibilidad exhaltada”, que va desapareciendo a medida que el bebé crece.
Modelo para armar
Todos tenemos modelos que intentamos seguir, pero debes saber que abarcar todo es imposible y que siempre existirán fallas y cosas que crees que pudieras haber hecho mejor. Lo importante es buscar tu propio modelo y sobre todo, crecer como mamá junto a tus hijos.