Los fibromas, crecimientos benignos que no son considerados cáncer, que se desarrollan en la pared muscular del útero, y que presentan síntomas, tienen muchas opciones de tratamiento. Hay medicamentos, procedimientos no invasivos o mínimamente invasivos, o la cirugía tradicional.
Entre los medicamentos más recientes figura el Acetato de Ulipristal, cuya eficacia y seguridad en el tratamiento de los miomas uterinos sintomáticos ya fue avalada en Europa, y se espera que el primer tratamiento oral para mujeres con la condición común de fibromas uterinos esté disponible en Estados Unidos en el verano de 2018.
De acuerdo con los expertos, este tratamiento, el más reciente, podría ayudar a las mujeres a evitar las histerectomías u otras complicaciones.
"Durante mucho tiempo no se han tenido buenas opciones para una medicación oral que trate los fibromas ", dijo Arnold Advincula, jefe del servicio de ginecología en el Hospital Sloane para Mujeres del Hospital Presbiteriano de Nueva York.
A principios de octubre de este año, la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó el Acetato de Ulipristal, luego de haber anunciado los resultados positivos de un estudio en fase III en los que se había evaluado la eficacia y la seguridad del medicamento en mujeres con sangrado anormal por miomas uterinos.
En 2012, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprobó el Acetato de Ulipristal para el tratamiento preoperatorio de los síntomas moderados y graves de los miomas uterinos en mujeres adultas en edad reproductiva, y en 2015, se autorizó una nueva indicación como tratamiento intermitente repetido.
El medicamento también está disponible en Canadá.
“Confiamos en que los resultados de nuestros ensayos de fase III de Acetato de Ulipristal puedan ofrecer la primera y única opción terapéutica oral para las mujeres que padecen miomas uterinos en Estados Unidos”, dijo David Nicholson, director general de Investigación y Desarrollo de Allergan.
Procedimientos no invasivos
La terapia de ultrasonido focalizado guiado por resonancia magnética es uno de los tratamientos no invasivos para tratar los fibromas. Durante este procedimiento, el paciente se recuesta en un escáner de imágenes por resonancia magnética IRM que le toma fotos a su útero. El escáner le muestra al médico el lugar exacto en el que se encuentra el fibroma.
Luego, el médico apunta el ultrasonido (onda sonora) hacia el fibroma. Las ondas ultrasónicas calientan y destruyen el fibroma. No se hace ninguna incisión.
Otros procedimientos mínimamente invasivos que solo requieren una pequeña incisión (corte) en la piel para destruir o extirpar el fibroma, incluyen: embolización de fibromas uterinos (llamada también embolización de la arteria uterina.
Durante la embolización, el médico inyecta pequeñas partículas en las arterias que suministran sangre a los fibromas. Estas partículas interrumpen el flujo sanguíneo hacia el fibroma. Con el correr del tiempo, el fibroma disminuye de tamaño. El procedimiento funciona aun si tienes varios fibromas.
Miomectomía: durante este procedimiento, el médico extirpa los fibromas del útero quirúrgicamente. Las herramientas quirúrgicas se introducen en el cuerpo a través de pequeñas incisiones en el abdomen o a través de la vagina y el cuello uterino.
Cuando se tienen varios fibromas o si los fibromas son muy grandes, el médico podría necesitar extirpar los fibromas haciendo una incisión grande (corte) en el abdomen. Es posible que el médico también recomiende una histerectomía que implica la extirpación del útero.
El medicamento que acaba de ser autorizado se indica una vez al día durante tres meses y luego se detiene durante un ciclo menstrual para permitir que el endometrio se desprenda, ya que el medicamento lo hace crecer más grueso.
A partir de los 35
Los fibromas son muy comunes. Al menos el 20% de las mujeres mayores de 35 años de edad tienen fibromas, y muchas y no saben que los padecen. Las mujeres afroamericanas tienen mayor riesgo que las mujeres de otros grupos raciales.
Se estima que hasta 26 millones de mujeres en Estados Unidos tienen uno o más de esos tumores, aunque menos de la mitad experimentan síntomas. Los que sí tienen señales aseguran pasar por sangrado prolongado y excesivo durante los períodos menstruales, que puede provocar anemia y la necesidad de transfusiones de sangre.
Otros síntomas pueden incluir dolor pélvico o presión, hinchazón del abdomen y micción frecuente.
Una vez que se ha formado el fibroma, tiende a crecer hasta la menopausia, después se reduce, debido al efecto del estrógeno.
La ubicación de los fibromas en y alrededor del útero ayuda a determinar si una mujer es sintomática y qué tan grave son esos síntomas. El lugar también determina si la fertilidad se puede ver afectada.
Los fibromas también pueden ocasionar dolor o sensación de presión o pesadez en el área pélvica inferior (el área entre los huesos de la cadera), la espalda o las piernas. Algunas mujeres experimentan dolor durante las relaciones sexuales. Otras tienen la constante sensación de que necesitan orinar.
Los fibromas también pueden causar problemas de fertilidad y embarazo, dependiendo de su tamaño y ubicación; y también pueden provocar una sensación de presión sobre los intestinos. Algunas mujeres tienen estreñimiento o distensión abdominal
La causa de los fibromas sigue siendo desconocida, aunque aquellos con antecedentes familiares tienen un mayor riesgo de desarrollarlos. Los factores dietéticos también pueden jugar un papel.
Una gran carga
Los fibromas uterinos son una significativa carga económica para el sistema de atención de salud de Estados Unidos, ya que cuestan entre 5.9 y 34.4 mil millones de dólares al año. Los costos provienen en gran parte de la productividad perdida y la discapacidad, pero también incluyen tratamientos médicos, además de complicaciones obstétricas, según un informe que apareció en la revista American Journal of Obstetrics and Gynecology.
"Los fibromas son una de las afecciones más costosas, incluso en el límite inferior de 5.1 mil millones de dólares, que es un gasto considerable", señaló el autor principal del estudio, el Dr. James Segars.
Según Segars, director de la unidad de Endocrinología Reproductiva e Infertilidad del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver, los fibromas uterinos son uno de los trastornos reproductivos más comunes en las mujeres, y afectan a alrededor de la mitad de las mujeres antes de la menopausia.