La osteoartritis es la forma más común de dolor en las articulaciones. Lo ocasiona la ruptura del cartílago que recubre y sirve de amortiguador para las articulaciones.
Es más común en las personas mayores, pero se puede presentar antes entre los que han tenido una lesión en las articulaciones o que realizan actividades vigorosas y repetitivas que impactan a las articulaciones. El sobrepeso también puede ejercer presión sobre las articulaciones, aumentando la posibilidad de desgaste y ruptura de las articulaciones de las rodillas y las caderas.
Qué hacer primero
Intenta hacer ejercicios suaves. Una revisión de 32 estudios determinó que esto alivia el dolor de las rodillas tan bien como los medicamentos. Las actividades de bajo impacto son las más efectivas.
Trata de caminar o nadar y combínalo con actividades de estiramiento y fortalecimiento. También puedes considerar la acupuntura. Aunque la evidencia sobre su eficacia es confusa, en un estudio realizado por Consumer Reports, casi la mitad de las personas que probaron la acupuntura para la osteoartritis indicaron que los había ayudado.
Cuando el dolor de articulaciones sea más intenso, intenta usar medicamentos NSAID de venta libre, como ibuprofeno o naproxeno. Podrías sentir alivio si aplicas compresas calientes o frías, o si usas preparaciones tópicas que producen una sensación de calor o frío. (Pero, no uses calor y preparaciones tópicas al mismo tiempo, podrías correr el riesgo de sufrir una quemadura).
Si eso no funciona
Prueba tomar ibuprofeno o naproxeno de venta con receta médica. Si solo tienes dolor en una o dos articulaciones, debes probar un medicamento NSAID tópico de venta con receta, como el diclofenaco en gel (Voltaren), en gotas (Pennsaid) o en parches (Flector).
Los tratamientos tópicos también son una buena alternativa si las píldoras NSAID te provocan molestias estomacales o si eres propenso a úlceras, sangrado gastrointestinal, ataque cardíaco o ataque cerebral.
Busca ayuda si el dolor en la articulación es muy intenso, si hay inflamación, enrojecimiento o si está caliente al tacto, especialmente si los síntomas evolucionan rápidamente durante un período de unas cuantas horas o días. La articulación podría estar infectada.
Cuidado con la glucosamina o condroitina
No confíes en los suplementos, como glucosamina o condroitina. Varios estudios muestran que no son mejores que un placebo y podrían interactuar con otros medicamentos, por ejemplo, intensificando los efectos de los anticoagulantes, lo que puede ocasionar peligrosas hemorragias. Además, no permanezcas inactivo durante más de un día. Cuando experimentes dolor o inflamación en las articulaciones, modifica tus actividades para mantenerte lo más activo posible, sin empeorar los síntomas.
Prevenir es lo primero
Mantenerse activo y mantener un peso saludable. Perder tan solo un 5% de tu peso corporal reduce el riesgo de desarrollar osteoartritis en las rodillas.
Cuando el dolor es muy intenso
Puedes evaluar el uso de inyecciones de esteroides o posiblemente de ácido hialurónico, aunque esto solo proporciona alivio moderado.
Si después de varios intentos no hay ninguna mejora, la cirugía es el siguiente paso. El reemplazo de rodilla y otros tipos de cirugía pueden cambiar tu calidad de vida y ayudarte a estar más activo, pero existen algunos riesgos de complicaciones, como infección. Y la recuperación podría tardar meses.
Para aumentar tus posibilidades de obtener buenos resultados, busca un cirujano que realice al menos entre 50 y 100 cirugías al año, y pregunta acerca de su tasa de complicaciones e infecciones.