Dos avances distintos podrían unir tecnología y farmacología para luchar contra le epidemia de VIH.
Uno de ellos se conoce desde 2012, pero es ahora cuando está tomando impulso el esfuerzo para que se use de manera amplia. Se trata de la Profilaxis de pre Exposición (PrEP). Según un reciente informe de la publicación de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) Signos Vitales, miles de personas podrían beneficiarse del uso de este tratamiento preventivo.
PrEP es un tratamiento con una pastilla de una toma diaria, cuyo nombre comercial es Truvada. La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) aprobó su uso en el 2012, luego que los ensayos clínicos mostraran una alta eficacia: si se toma correctamente puede reducir el riesgo de infección por VIH hasta en un 90 por ciento.
Sin embargo, indica el informe, a pesar de su enorme potencial preventivo "algunos proveedores de atención médica primaria jamás han oído hablar de PrEP. Es esencial aumentar la concientización y aconsejar a aquellas personas que están en riesgo significativo de infección por el VIH".
Para el doctor Tom Frieden, director de los CDC, es un paso crítico en la prevención del VIH. “Con unas 40,000 nuevas infecciones diagnosticadas cada año en los Estados Unidos, necesitamos usar todas las estrategias de prevención disponibles”.
Otro esfuerzo que está llamando la atención de la comunidad científica es un anillo vaginal que contiene medicamentos antirretrovirales. En dos amplios estudios clínicos realizados en Sudáfrica, en los cuales grupos de mujeres lo usaron —cambiándolo cada mes— se comprobó que era eficaz para frenar la infección por VIH.
En la foto (arriba), un experto muestra el anillo vaginal en el Wits Reproductive Health and HIV Institute (WRHI), en Johannesburgo, el 20 de julio del 2012, cuando se estaba llevando a cabo uno de los ensayos clínicos.
El anillo libera la medicación antirretroviral, logrando un efecto preventivo.
Aunque tanto PrEP como el anillo vaginal pueden cubrir una importante brecha en los esfuerzos de prevención, se deben usar todas las estrategias disponibles para lograr el mayor impacto contra la epidemia de VIH, indica el análisis.
Las estrategias incluyen: el tratamiento para inhibir el virus en las personas que tienen el VIH; el uso correcto y regular de condones; la reducción de los comportamientos de riesgo; y garantizar que las personas que se inyectan drogas tengan acceso a implementos estériles de inyección de una fuente confiable.