Desde los antiguos romanos hasta principios del siglo pasado, la remolacha o betabel fue aprovechada no solo por su calidad nutritiva, sino por sus niveles concentrados de azúcar. Con el tiempo, diferentes investigaciones encontraron que su variedad de vitaminas y minerales también ayudaría a prevenir o tratar ciertas enfermedades. Aquí te contamos cuáles son sus principales beneficios:
1. Regula la presión arterial
Actualmente, la mayoría de los medicamentos para reducir la presión arterial están hechos a base de nitrato de potasio para favorecer el aumento de los niveles de óxido nítrico. Esto es fundamental para lograr una buena circulación sanguínea. Existe evidencia que señala que beber un vaso de jugo de remolacha al día, generaría un efecto similar al de estos fármacos.
Según diferentes estudios, la betaína, un nutriente presente en la raíz de la remolacha, reduciría riesgo de sufrir enfermedades cardíacas. Esto se debe a que favorece la disminución de homocisteína, un aminoácido que encontramos en la sangre y que se vincula a una mayor probabilidad de ataque cardíacos y derrames cerebrales.
El intenso y característico color púrpura de la remolacha, es producto de la presencia de un pigmento llamado betacianina. Esta sustancia es un poderoso antioxidante, ideal para combatir a los radicales libres, agentes dañinos que afectan la estructura celular y aumentan el riesgo de cáncer. La evidencia científica señala que sería especialmente útil para prevenir el cáncer de colon.
La remolacha también sería una aliada en la lucha contra las demencias, ya que los jugos preparados con este vegetal aumentan la irrigación del cerebro. Esto se debe a que es un alimento rico en nitratos y favorece un flujo sanguíneo adecuado hacia los lóbulos frontales del cerebro, lo que ayuda a reforzar las capacidades cognitivas.
El jugo de la remolacha no solo se asemeja mucho a la sangre, sino que es ideal para la salud de ésta. Su rico contenido de azúcares, potasio, vitaminas C y B, y especialmente hierro, estimulan la regeneración celular sanguínea. De esta manera, aumenta el suministro de oxígeno fresco para el organismo.
6. Mejor rendimiento físico
Beber jugo de remolacha a diario aumentaría los niveles de energía, y así, ayudaría a realizar sesiones de ejercicio más prolongadas. Este efecto se debe a sus altos niveles de nitratos permiten disparar los niveles de estamina, lo que a su vez reduce el consumo de oxígeno y consigue que el ejercicio sea menos agotador.
Al igual que muchos vegetales, la remolacha tiene un alto contenido de agua y fibra que potencia la eliminación de líquidos, debido a que estimula la actividad renal, permitiendo de esa forma ser considerada como un diurético natural. Además, promueve una sensación de saciedad. Para obtener este beneficios puedes comerla cruda, como ingrediente de ensaladas, o bebiendo directamente su jugo.
Su rico contenido de fibra soluble e insoluble impide la acumulación de colesterol "malo" en la sangre. La fibra insoluble ayuda a mantener el buen funcionamiento del tracto intestinal, mientras que la soluble controla los niveles de colesterol atrapando el que proviene de los alimentos que consumimos y eliminándolo del organismo.
La remolacha tiene importantes niveles de ácido fólico, un tipo de vitamina B que el organismo necesita para producir células nuevas sanas. Este ácido es especialmente importante durante el embarazo, ya que sin la cantidad adecuada de folatos la columna vertebral del bebé no se desarrolla apropiadamente. Por ello, los expertos recomiendan incluir la remolacha durante el período de gestación.
La remolacha posee pigmentos llamados antocianinas, reconocidos en el ámbito médico por ser unos poderosos antioxidantes. Como señalamos, esta propiedad es esencial para luchar contra los radicales libres y prevenir la aparición de ciertas enfermedades crónicas o daños en el material genético.