La buena higiene ha salvado millones de vidas, protegiéndonos de incontables infecciones bacterianas y virales, pero quizá estamos exagerando un poco con la limpieza y eso nos hace más débiles, según surge de estudios científicos.
Cuestión de medida
Hay una creciente preocupación a nivel médico de que el cumplimiento estricto de una exagerada higiene, aunque sea un medio valioso de proteger la salud, haya dejado a las personas, vulnerables frente a las enfermedades.
Los adeptos a la "hipótesis de la higiene" creen que una exposición reducida a bacterias, virus y parásitos ha afectado la capacidad del sistema inmunitario de responder adecuadamente a los desafíos planteados por el ambiente, dijo el Dr. Graham Rook, del Centro de Microbiología Clínica del Colegio Universitario de Londres, Inglaterra.
Reacciones alérgicas graves, trastornos gastrointestinales, como la enfermedad inflamatoria intestinal y la enfermedad de Crohn y trastornos autoinmunes, como la diabetes tipo 1 y la esclerosis múltiple. Además, hay más tendencia a padecer asma y otros problemas respiratorios.
El Dr. Rook dijo que otros investigadores han usado la hipótesis de la higiene para mostrar que las infecciones parasitarias pueden ser eficaces en el tratamiento de enfermedades como la esclerosis múltiple y la enfermedad de Crohn, entre otras.
"La evidencia es muy, muy potente" aseguró Rook. "Es muy fácil mostrar que si alguien vive en una granja o tiene un perro, enferma menos. Y el hijo más pequeño de una familia grande, es menos probable que sufra de estas enfermedades"
Suciedad necesaria
La hipótesis de la higiene tiene sus raíces en la teoría de la evolución, "Los organismos que se encontraban en el lodo, el agua sin tratar y las heces estaban con nosotros desde el inicio de la humanidad. Son la fuerza policial que evita que el sistema inmunitario ataque a todo lo que se mueve. Básicamente, ahora el sistema inmunitario ataca a cosas que no debería" dijo Rook.
Bacterias que educan
Las bacterias del ambiente enseñan al sistema inmunitario una respuesta a los alérgenos que es más moderada y menos grave. "Ante la ausencia de esas bacterias, se cree que el sistema inmunitario se hace más vulnerable a las enfermedades alérgicas", según el Dr. Mitchell Grayson, del Colegio Médico de Wisconsin en Milwaukee.
Con las manos sucias
"No recomendaría vivir con menos limpieza, pero por otro lado, la tolerancia a un poco de suciedad de vez en cuando no hace daño. Si sus hijos vuelven del jardín con un poco de lodo en las manos, no es algo malo", aseguró Rook. "No tienen necesariamente que lavarse las manos antes de comerse un sándwich".
El chupón del bebé
Varios estudios avalan la hipótesis de la higiene, por ejemplo, un estudio sueco de 2013 demostró que los niños cuyos padres sólo limpian los chupones con su propia saliva, tienen menores riesgos de presentar eczema y otras enfermedades.
Casas asépticas
Las casas se vuelven más cerradas, los espacios están cada vez más separados y la velocidad a la cual el aire del exterior remplaza el aire interior, ha disminuido. “Hemos reducido el contacto con las bacterias del ambiente exterior, así que nos convertimos en la fuente principal de bacterias" dijo la Dra. Maria Gloria Dominguez-Bello, de la Universidad de Nueva York, EE.UU.
Qué debemos hacer
“Por un lado, no debes exponer a tu hijo (o familia) a infecciones agresivas, pero por el otro, tampoco debes crear un ambiente tan estéril que su sistema inmunitario no se desarrolle con normalidad” dijo jack Gilbert, director de la Universidad de Chicago, EE.UU.