¿Cómo saber si necesito anteojos?

¿Tienes problemas para ver de noche mientras manejas?, ¿no puedes distinguir de lejos algunos carteles que hay en la calle? o ¿ves las letras borrosas al leer un libro? Si respondiste “sí” a la mayoría de las preguntas, es posible que necesites usar anteojos más pronto de lo que imaginas.

Existen varios motivos por los cuales pueda pasar esto, pero si el malestar viene acompañado de visión borrosa o ver “puntitos”, es más que probable que se deba a que necesitas unas gafas a la brevedad. De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina, algunas personas suelen experimentar esto al forzar demasiado la vista.

Quizá es el signo más evidente de que te hacen falta unos anteojos. Cuando tratas de fijar la vista de una manera forzada, tu pupila cambiará de tamaño y ajustará la luz que entra al ojo para que puedas observar tu objetivo. Aunque este “truco” podría ayudarte a ver un poco mejor, no es lo más recomendable, pues derivaría en otra complicación.

Existen muchos tipos de detonantes de los problemas oculares y perturbaciones, entre las que destacan halos, visión borrosa (pérdida de la agudeza visual y la incapacidad para visualizar pequeños detalles), así como puntos ciegos o escotomas (“agujeros” oscuros en el campo visual).

Los cambios y los problemas visuales pueden ser provocados por diferentes tipos de afecciones. Según la Biblioteca Nacional de Medicina, algunos abarcan: presbiopía, cataratas, glaucoma, retinopatía diabética, degeneración macular, infecciones, ceguera nocturna, desprendimiento de retina, tumor cerebral, entre otros más.

De repente vas manejando por la carretera y notas que conforme se hace de noche tu visión es cada vez más escasa. ¿Te ha pasado? Si es así, o también experimentas con este síntoma una sensación de luz tenue es posible que presentes ceguera nocturna, indica el Instituto Nacional del Ojo.

La causas de la ceguera nocturna se dividen en dos categorías: curables e incurables. En el primer grupo se encuentran las cataratas, miopía, uso de ciertos fármacos o deficiencia de vitamina A, mientras que en el segundo grupo están las anomalías congénitas u otros problemas como retinitis pigmentaria.

Si eres de aquellas personas que aunque tengan un libro abierto a dos centímetros de la cara y ni así pueden identificar las letras, también te espera una consulta con el oculista. Este problema podría tener varias causas, pero una de las más comunes es la degeneración macular. Otra razón sería por presbicia.

Si por el contrario, ves bien las cosas que se encuentran cerca de ti, pero aquellos objetos que se encuentran a lo lejos simplemente lucen borrosos, es probable que la luz que entra en tu ojo se enfoca de forma incorrecta, lo cual se le conoce como miopía, es decir, un error de refracción del ojo.

De repente te encuentras escribiendo en la computadora, cuando en ese momento una sensación de cansancio se apodera de ti. Si esto te ocurre la mayor parte del tiempo no es que se te haya acabado la pila, mas bien, es probable que esto indique a que es una señal de cansancio en los ojos.

Te encuentras en la siguiente situación: quieres estacionar tu automóvil, y piensas que tu vehículo se encuentra más lejos del auto que está enfrente cuando en realidad se encuentra muy cerca. Este tipo de fallas de cálculos de distancia obedece a que, cuando falla la vista, las percepciones también se van perdiendo.

Según la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) este hábito es uno de los principales factores de riesgo para desarrollar degeneración macular, afección que destruye la agudeza de la vista en el centro de campo de visión.

Cuando el azúcar está por los cielos, esto puede afectar la salud de tus ojos. Por ejemplo, cuando los pequeños vasos sanguíneos de la retina se ven afectados, esto se conoce como retinopatía diabética, lo cual puede ocasionar visión borrosa, problemas para ver de noche, “moscas volantes” o áreas de visión perdidas.

Si es así, es probable que ésta sea una fuerte razón por la que tengas problemas para ver. Aunque no siempre se da el caso, la Fundación Nemours explica que cuando un padre desarrolla alguna afección ocular es posible que el hijo herede el mismo rasgo. Cosas de la genética.

Emplear los anteojos pueden proteger la vista o corregirla. Algunos ejemplos son las gafas de sol, las gafas de seguridad, así como los anteojos y lentes de contacto. Si tienes problemas para corregir la vista, es posible que tengas que elegir entre lentes de contacto y anteojos. Con información de la Biblioteca Nacional de Medicina.

Si te aterra un poco la idea de usar anteojos por lo molesto que podría resultar su peso y tamaño, existe otra opción para ti. Los lentes de contacto son pequeñas lentillas diseñadas para corregir, aumentar la visión, y se colocan directamente en los ojos. Existen de este tipo las desechables, de uso diario y de uso prolongado.

Si presentas ceguera parcial o total en uno o ambos ojos, tienes visión doble, una sensación de sombra que pasa por tus ojos, hay visión borrosa con dolor ocular, o hay puntos ciegos es primordial que acudas urgentemente con el médico, pues se tratan de situaciones de emergencia.

De acuerdo con la FDA, consumir zanahorias es una buena manera de tener una vista sana, debido a que contiene carotenoides, que son los precursores de la vitamina A, es decir, un nutriente importante para los ojos. Otros alimentos con características similares son el brócoli, los chícharos o arvejas.

Es importante cuidarse la visión, ya que si se deteriora puede dificultar algunas actividades como leer, conducir o cocinar. Por fortuna hay una buena noticia, ya que de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) cuando estos problemas son detectados a tiempo su tratamiento es mucho más exitoso.