Este contenido ha sido archivado y puede no estar actualizado
Leyendas urbanas de la salud, ¿verdad o mentira?
Por Julio Guzmán
-
Lo que la gente cuenta
Existen una enorme cantidad de mitos y leyendas entorno a la salud. Que si bostezar es contagioso, asustarse te quita el hipo o si una ducha disminuye el apetito sexual son algunos de los pensamientos del dominio público. A continuación develaremos la verdad.
1. ¿Si cruzo los ojos quedaré bizco?
Según el Dr. Walter Motley, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Cincinnati, hacer esto de forma frecuente no daña el sistema visual, pero si un niño lo hace permanentemente habría que indagar la causa de esto, como algún problema oftalmológico. Por fortuna, estas situaciones pueden revertirse si se diagnostican a tiempo.
Existe la teoría que cuando alguien ve bostezar a otro, inmediatamente también bostezará. Acerca de esto, Steven Scharf, director del Centro de Trastornos del Sueño de la Universidad de Maryland explica que se han llevado a cabo investigaciones en monos, perros y seres humanos que demuestran que es verdad.
Una posible explicación a este fenómeno es que en el cerebro humano, al parecer, existen unas neuronas denominadas “espejo”, las cuales se activan cuando vemos a alguien hacer algo y queremos imitarlo. No obstante, aún no hay una investigación en concreto que lo demuestre.
Otra de las leyendas consiste en asustar a alguien que tenga hipo para que éste le desaparezca. ¿Te ha pasado? De acuerdo con Rachel Vreeman, quien es autora de la publicación “75 mitos de Salud Desmentidos” esto es completamente cierto.
¿Por qué?
El hipo es un movimiento involuntario del diafragma (músculo que se encuentra en la base de los pulmones) donde hay un espasmo seguido de un cierre rápido de las cuerdas vocales. Cuando algo interrumpe este reflejo, como el ser sorprendido, el nervio frénico, el cual controla el diafragma, suele estabilizarse y el hipo se detiene.
Después de una desenfrenada ingesta de alcohol, muchas personas recurren a tomar agua para desaparecer los estragos de la resaca, algo que no ayuda en lo más mínimo, así lo considera el doctor Francisco Camarelles, miembro de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria.
Según explica Camarelles, “el alcohol tiene unas horas de metabolización en la sangre y se va transformando en metabolitos, que son los que producen resaca”, debido a esto, no es posible quitarlas con agua, mas bien, lo mejor es esperar hasta que se pase el efecto.
Algún preocupado por bajar de peso seguramente ha recurrido ha esta técnica, pero ¿qué hay de cierto? De acuerdo con Vreeman este mito es verdadero, ya que existen estudios que muestran que cuando se come de pie se podría quemar un 40% más de calorías que alguien que come sentado.
Parado y sano
Además, Vreeman explica que cuando alguien come de pie presta más atención a los alimentos que entrarán por la boca que cuando lo hace sentado, lo cual deriva en una ingesta de alimentos más sana, a conciencia y moderada, en la mayoría de las ocasiones.
Algunos hombres podrían recurrir a una ducha de agua fría para reducir su deseo por el sexo, lo cual no tiene nada de erróneo, puesto que el choque de líquido a esta temperatura no sólo tiene un afecto “despabilador” en las personas sino también ayuda a reducir su ritmo cardiaco.
Según el urólogo Larry Lipshultz, el agua fría hace que los vasos sanguíneos restrinjan el flujo de sangre a todas las extremidades del cuerpo, incluyendo aquellas partes íntimas, como el pene, el cual debido a esto, podría tener más dificultades para alcanzar una erección.
Muchas personas se confían de la temporada y llegan a asegurar que la protección solar sólo es necesaria para verano, algo absolutamente falso, pues aunque la radiación solar es menor durante los meses de invierno, existe un efecto acumulativo del daño solar en ese periodo. Informa la Biblioteca Nacional de Salud.
Para todos aquellos amantes de la lectura desafortunadamente es verdad. Jeffrey Anshel, miembro de la Academia Americana de Optometría explica que esto ocurre al haber una mayor apertura de las pupilas, lo cual hace que sea más difícil obtener una mejor concentración al leer, lo cual que se manifiesta con malestares.
¿Estropea la vista?
Algunos expertos señalan que leer a oscuras no arruina la vista, pero es una creencia popular que tiene su origen en la sensación de fatiga visual que surge al hacer esto, aunado de otros problemas como dolor de cabeza, cansancio visual y visión borrosa.
No es necesario ver películas de terror para tener pesadillas por las noches, pues algunas lenguas apuntan a que comer comida chatarra antes de acostarse podría producir el mismo efecto, algo que según Vreeman es completamente cierto.
De acuerdo con Vreeman, existen estudios que demuestran que las personas que comieron alimentos muy dulces han manifestado tener sueños horribles, esto se debería a que los niveles altos de azúcar podrían alterar el funcionamiento del cerebro durante el sueño, algo de lo cual no hay suficientes datos sólidos.
Cierto. Se ha encontrado que la intensidad de la luz del día influye en nuestros niveles de serotonina y en la secreción de melatonina, lo cual, al haber un desequilibrio entre éstos aparecen los síntomas del denominado “winter blues” o alteración afectiva estacional que se caracteriza por los síntomas depresivos.