10 cosas que hace la gente mientras tiene sexo

La comunicación abierta y franca con la pareja es fundamental para dar y recibir placer sexual máximo. Sentirse a salvo y tener confianza, son pilares para una cómoda y relajada relación sexual: permiten discutir libremente las necesidades y limitaciones sexuales. (American Sexual Health Association)

Una de cada 10 personas usa el teléfono móvil durante las relaciones sexuales, según la encuesta 2013 de Mobile Consumer Habits, publicada en julio de 2013. Los resultados no especifican si se utilizan para hacer llamadas, enviar mensajes de texto, ver videos o cualquier otra aplicación.

“La gente ve los teléfonos inteligentes como una extensión de sí mismos, llevándolos a donde vayan, incluso a los lugares menos ortodoxos”, dijo Marc Barach, jefe de marketing de la empresa que encargó el estudio. La encuesta se realizó entre 2 mil personas en EE.UU, entre el 13 y el 17 de junio.

De los que reconocieron haber utilizado el smartphone durante las relaciones sexuales, el número fue mayor entre aquellos de 18 a 34 años de edad. En ese rango, uno de cada cinco, o el 20%, admitió el uso del teléfono durante el sexo, aunque de ellos, el 12% dijo que ese dispositivo se interpone en su relación.

Ya no es una costumbre tan rara, pero puede ser peligrosa. Los dispositivos y las redes hacen público todo lo privado, y las relaciones íntimas no se salvan de esa invasión. Entre ella y él, el dispositivo filmando ya es algo normal para muchas parejas, que se olvidan del silencioso testigo.

Un video íntimo se puede filtrar y hacerse público, sobre todo si termina la relación. Collin Farrell demandó a su ex novia y modelo de Playboy, Nicole Narain, por la "distribución pública no autorizada" de un video sexual íntimo que hizo con ella en 2003. El juez de falló a favor de Farrell.

Una página que recopila las costumbres raras en la intimidad, halló que muchas mujeres se toman los masajes demasiado en serio, y actúan como si estuvieran buscando la satisfacción de un cliente al cual le están cobrando una tarifa, y hacen preguntas reiterativas e insistentes sobre el resultado.

Las personas que comen sus uñas en forma compulsiva, no pueden dejar de hacerlo ni siquiera en esos momentos: es otra de esas costumbres que según la página web, molesta a muchos/as compañeros sexuales. Aparece en la lista de cosas que atentan contra el deseo sexual, así que…mejor abstenerse.

No es extraño, pero sí, muy molesto y bochornoso. A ellas o a ellos les ha sucedido equivocar el nombre en ese momento de extrema sensibilidad. Pero hay algo más, muchos hombres confesaron que a ellas les gusta “alardear” con las habilidades amatorias de sus ex novios, con la idea de incentivarlos.

Nicole Newman, modelo y conductora argentina, confesó que deja que su perrito quede en la alcoba mirando cómo hace el amor con su pareja. Dice que no le molesta que observe, y que siempre hizo acostumbrar a sus parejas a que acepten su capricho.

Está bien tomar consejos de las revistas sobre cómo mejorar el arte de amar y aprender nuevos trucos en la cama, pero en un blog masculino, ellos dicen una de las cosas que odian de las mujeres mientras tienen sexo, es que muchas chicas quieren leerles un artículo de Cosmo…¡justo en ese momento!

Ni ignorarlos, ni depender de ellos para alcanzar el éxtasis: el término medio parece ser lo más saludable. En una revista femenina, ellas dicen que la adicción de algunos hombres a los videos porno, es invasiva, y que así no saben si se excitan por lo que ellas hacen o por lo que ellos ven.

Y no porque se traba el cierre: a algunas personas les causa miedo verse desnudos o a ver a otras personas sin ropa, es un temor incontrolable que puede lesionar la vida íntima, se llama gimnofobia y si te ha ocurrido a tí o a tu pareja, lo mejor es consultar a un terapeuta para tratarlo.

Algunas personas, antes de tener relaciones, dan vuelta los portarretratos de sus familiares que sonríen en las fotos, sobre todo los de sus padres. Dicen que les intimidan porque le da la sensación de que la están observando. Y que se sienten más relajadas “sin público”.