Comprar los zapatos adecuados es una inversión en la salud del pie. Pero... ¿cómo encontrar los que encajan adecuadamente y proporcionan un apoyo adecuado? Los expertos de la Universidad de Harvard te lo cuentan.
La medida ideal
Comienza con tus propios pies, y mira lo que ya está en su armario. Ponte de pie descalza sobre un pedazo de papel o cartón, y traza la forma de cada pie. Ahora toma tus zapatos, uno por uno, y colócalos en la parte superior del dibujo. Si eres como la mayoría de la gente, tus zapatos "cómodos" se ajustan estrechamente al contorno de tus propios pies.
Identifica los zapatos que causan dolor. Si eres una mujer, la mayoría de éstos serán los zapatos con dedos estrechos o tacones altos. Verifica si el dedo del pie del zapato es más estrecho o más corto que tus propios dedos del pie. Cuando estés lista para reemplazar algo de ese calzado incómodo, estos 8 consejos pueden ayudar...
Espera hasta la tarde para comprar zapatos -tus pies naturalmente se expanden con el uso durante el día y pueden hincharse, sobre todo cuando hace calor- y si los compras cuando los pies están deshinchados, podrías llevarte una sorpresa.
Haz que el vendedor mida ambos pies -y consigue la medida cada vez que compras zapatos nuevos-. Si un pie es más grande o más ancho que el otro, compra un tamaño que se ajuste al pie más grande.
Asegúrate de tener al menos de un cuarto a media pulgada de espacio entre el dedo más largo y el extremo del zapato.
5. Camina un ratito al probarlos
Así podrás ver cómo se sienten. ¿Hay espacio suficiente en las puntas de los pies? ¿Los talones se ajustan bien, o se pellizcan, o se deslizan? No pienses que los zapatos se agrandarán con el tiempo: busca zapatos que se ajusten bien a tí desde el principio.
6. No confíes a ciegas en la publicidad
Déjate llevar por tu propio nivel de comodidad en lugar del tamaño o descripción de un zapato. Los tamaños varían de un fabricante a otro. Y no importa lo cómodo que un anuncio dice que esos zapatos son, tú eres el verdadero juez.
7. Mira el interior
Si los exploras, podrás comprobar si tienen etiquetas, costuras u otro material que puedan irritar los pies o causar ampollas. Tu experiencia con otros calzados anteriores puede ser de gran ayuda.
8. Examina las suelas
¿Son lo suficientemente resistentes como para protegerlos de objetos punzantes? ¿Proporcionan algún amortiguamiento? También, toma la prueba única mientras caminas alrededor de la zapatería: ¿ofrecen amortiguación contra impactos? Trata de caminar sobre superficies duras, así como en la alfombra para ver cómo se siente el calzado.