Existen varios factores que pueden dar la sensación de pesadez y dolor en las piernas. El sedentarismo, el exceso de sodio, el aumento de temperaturas, la insuficiencia venosa profunda o crónica, así como el desarrollo de várices pueden desencadenarlos. Identifica aquí las causas y combátelas.
Evita el sedentarismo
Llevar una vida sedentaria puede dañar la circulación sanguínea, aumentar los riesgos cardíacos y de cáncer, entre otros males. Reducir a menos de 3 horas el tiempo que se pasa sentado al día, alargaría en 2 años las expectativas de vida. Aunado a esto, implementar un plan de ejercicios es lo mejor.
Durante el verano, podría presentarse más pesadez en las piernas, debido a que el calor actúa como un vasodilatador, lo que favorece que la sangre salga de la vena y se acumule debajo del tejido produciendo edema, sobre todo en los tobillos. Por eso se hincha esa zona.
¿Qué hacer?
Para evitar que el calor afecte las piernas se recomienda tomar líquidos en el día, bajar el consumo de sal (sodio), hacer estiramientos para mejorar la flexibilidad de las piernas, darse duchas de agua fría en tales extremidades, cambiar de postura con frecuencia y realizar masajes con cremas o gel desde los tobillos hacia arriba.
Insuficiencia venosa profunda y crónica
En tanto, la insuficiencia venosa profunda se produce cuando las venas tienen problemas para enviar la sangre de nuevo desde las piernas al corazón. Cuando este problema persiste se vuelve crónico y puede derivar en que las válvulas permanezcan llenas de sangre, en especial al estar de pie.
Una manera de evitar el problema anterior consiste en mejorar la circulación. Para ello se aconseja usar medias de descanso para disminuir la hinchazón crónica, evitar sentarse o estar de pie por periodos prolongados y tener cuidado con las heridas por si ocurre alguna ruptura o infección de la piel.
Se trata de venas dilatadas que se inflaman y elevan a la superficie de la piel, las cuales se producen cuando las válvulas venosas que llevan la sangre hacia el corazón, dejan de funcionar bien. El ejercicio, la pérdida de peso, la elevación de las piernas al descansar y no cruzarlas al sentarse, ayudarán a que las várices no empeoren.
Calambres
Por otro lado, los calambres también pueden interferir con el buen funcionamiento de las piernas. Son causados por deshidratación o tener poco potasio, sodio, calcio o magnesio en la sangre, por medicamentos como diuréticos y además por fatiga o distensión muscular por sobrecarga.
En cuanto se presente, se sugiere reposar tanto como sea posible, elevar la pierna y aplicar hielo por 15 minutos. Posteriormente se debe estirar y masajear suavemente los músculos que presentan el calambre. Si el médico lo autoriza y el dolor persiste, se debe tomar medicamentos como paracetamol o ibuprofeno.
Síndrome de las piernas inquietas
El síndrome de las piernas inquietas causa una necesidad urgente y a menudo irresistible, de mover las piernas. Se origina en el sistema nervioso y puede interrumpir el sueño y causar cansancio. Provoca escozor, pinchazos y dolor. Evita la cafeína y el alcohol antes de ir a dormir, haz ejercicio, estira y masajea las piernas. Consulta con el doctor si sufres este problema.
Productos que ayudan
Hay productos específicos que se venden en las tiendas que ayudan a evitar la sensación de piernas pesadas, como el gel frío mentolado que tonifica y reactiva la circulación, y que se puede guardar en el refrigerador. También hay aparatos que, ya sea mediante vibración o electro estimulación, pueden ayudar a reducir las molestias.
Fuentes consultadas
Hospital Brigham de Mujeres de la Escuela Médica de Harvard, Universidad de Louisiana; Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., e Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NIH).