Es común escuchar "somos los que comemos", y, "qué mejor que nuestra piel para demostrarlo". Esto se debe a que ciertos alimentos pueden impactar positivamente sobre la salud cutánea, y ayudar a combatir distintos trastornos e imperfecciones. Aquí veremos cuáles y a qué se deben sus propiedades.
Tomates
El tomate ayuda a mejorar las defensas de la piel ya que contiene un poderoso antioxidante llamado licopeno, capaz de protegerla del daño producido por los rayos solares. Contrario a lo que normalmente se cree, este antioxidante es mejor absorbido una vez que el tomate ha sido cocido.
Brócoli
El brócoli contiene componentes que estimulan la producción de enzimas que protegen la salud cutánea. Incluso existen diferentes estudios que hallaron que la piel tratada con un extracto de brócoli y expuesta a los rayos ultravioletas tuvieron un menor enrojecimiento e hinchazón.
Chocolate semiamargo
Comer chocolate negro puede ser útil para mejorar la apariencia de la piel. Esto se debe a que el cacao que se utiliza en el chocolate semiamargo contiene sustancias que ayudan a contrarrestar el envejecimiento, fatiga y problemas de sueño, factores claves en la salud de la piel. Para aprovechar estos beneficios, la moderación es fundamental, de lo contrario, su ingesta puede ser contraproducente.
Carnes rojas
A pesar de su alto contenido de grasas saturadas y colesterol, contienen ingredientes que benefician a la piel, como el zinc o las proteínas. También proveen aminoácidos muy importantes, como la glicina y prolina, que estimulan la producción del colágeno.
Pescados
La grasa es un nutriente que protege todas las células del cuerpo, incluso las de la piel. Cuando se consume muy poca grasa, la piel se vuelve más frágil y débil. Una de las mejores fuentes para obtener grasas saludables son los pescados, como el salmón y la trucha, que estimulan la reparación de las células cutáneas.
No es un secreto que el té verde es un poderoso antioxidante con propiedades antinflamatorias y efectos rejuvenecedores sobre la piel. Estas bondades son atribuidas especialmente a su alta concentración de catequina, que mejora los problemas de enrojecimiento y daño en la piel producido por el sol.
Vegetales y frutas anaranjados
Este es el caso de las zanahorias o naranjas, alimentos con una alta concentración de vitamina A y carotenoides, un pigmento orgánico que se encuentra en varios vegetales y frutas, y contribuye a darle a la piel un tono bronceado.
Aguacate
El aguacate es una fruta cremosa con abundante cantidad de ácidos grasos saludables, aceites esenciales y vitaminas del complejo B, que actúan como nutrientes para la piel. Se cree que también pueden ayudar a combatir la inflamación, y aliviar la irritación y el enrojecimiento de la piel.
Mango
El mango es una fruta que provee más del 80% de los requerimientos diarios de vitamina A, la cual mantiene y repara las células de la piel. Un déficit de esta podría traducirse en una piel reseca y de aspecto escamado. También resulta útil para combatir el daño de los radicales libres, que puede causar un envejecimiento prematuro.
Papa asada
Las papas asadas, no las fritas, con la cáscara incluida, contiene una gran cantidad de cobre a tal punto que una unidad cubre el 75% de la necesidad diaria del organismo. Este mineral tan importante funciona, junto a la vitamina C y el zinc, para producir las fibras de elastina que sirve de soporte a la estructura constitutiva de la piel, dándole elasticidad y brillo.
Setas
Las setas son ricas en vitamina B, la cual resulta vital para la piel ya que contribuye al mantenimiento y reparación del tejido. También mejora el enrojecimiento causado por la rosácea y promueve la recuperación de heridas, quemaduras o cicatrices.
Los arándanos, fresas, moras y ciruelas están colmados de antioxidantes. Diferentes investigaciones coinciden en que estas cuatro frutas contienen una mayor cantidad antioxidante que cualquier otro alimento, lo cual se traduce en múltiples beneficios para rejuvenecer y mejorar el aspecto de tu piel.
Ejotes, judías verdes o chauchas
Son bajas en calorías y constituyen una fuente muy rica de vitaminas A, B y C, y en minerales, como el fósforo, magnesio, hierro, calcio, potasio y silicio. Por ello, además de mejorar la piel, ayudan a fortalecer el cabello y las uñas.
Frutos secos
Si deseas una piel libre de acné, puntos negros, hinchazón y arrugas, incorpora en tu dieta frutos secos, castañas, nueces, almendras o avellanas. Su alto contenido de ácidos grasos Omega 3 ayudará a hidratar, suavizar, y proteger a la piel contra químicos y otras toxinas.
Yogur
El yogur es un probiótico natural que ayuda a mejorar problemas gastrointestinales, pero también el aspecto de la piel. Según recientes investigaciones, es un excelente arma contra el acné, eczema e incluso la caspa. Se recomienda evitar aquellos con un alto contenido de azúcar grasa, ya que pueden aumentar la inflamación.
Pocas cosas son tan buenas para la piel como el agua. Mientras que la cafeína y el alcohol deshidratan la piel, el agua es un elemento que la mantiene hidratada, en forma, afinando líneas de expresión y arrugas, y ayuda al organismo a deshacerse de las toxinas. Se aconseja beber alrededor de 8 vasos por día.
Fuentes consultadas
Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Departamento de Agricultura de EE. UU., Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel, Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.