12 problemas que causan desmayos y cómo actuar

Una disminución repentina de la presión arterial puede hacer que te desmayes. A veces, la frecuencia cardíaca y los vasos sanguíneos no pueden reaccionar lo suficientemente rápido cuando cambia la necesidad que tiene el cuerpo de recibir oxígeno. Es más común en las personas mayores y las que tienen determinadas afecciones de la salud, como diabetes.

Es otra causa de desmayo. Esto puede suceder si tienes diabetes, pero también es posible que suceda si no comes durante mucho tiempo. Así que debes prestar atención en no estar largos períodos sin consumir alimentos.

Una persona con anemia tiene menos glóbulos rojos de lo normal, lo que reduce la cantidad de oxígeno que le llega al cerebro y a otros tejidos. Quienes padecen de anemia ferropénica (por déficit de hierro) debido a otros motivos (como no ingerir suficiente cantidad de hierro en la dieta) son más proclives a los desmayos.

Durante el embarazo, el cuerpo experimenta multitud de cambios, incluyendo variaciones en el sistema circulatorio. Éstos pueden provocar un descenso en la tensión arterial que, a su vez, puede provocar desmayos. Asimismo, las necesidades de líquidos aumentan, por lo que las mujeres embarazadas se pueden desmayar si no beben lo suficiente.

Las personas que padecen de anorexia o bulimia se pueden desmayar por diversos motivos, como la deshidratación, la hipoglucemia y los cambios en la tensión arterial o en la circulación provocados por el hambre, los vómitos o el exceso de ejercicio.

Un latido cardíaco anormal y otros problemas cardíacos pueden provocar desmayos. Cuando una persona se desmaya repetidamente, sobre todo mientras hace ejercicio o en un esfuerzo físico, los médicos podrían sospechar acerca de problemas cardíacos e indicar pruebas.

Pueden provocar desmayos. Asegúrate de hablar con tu médico si crees que tus desmayos pueden estar relacionados con un medicamento que estás tomando. El consumo de alcohol, cocaína y marihuana también pueden provocarlos.

Puede provocar alteraciones en el flujo sanguíneo y pérdida de equilibrio, otra situación que puede terminar con un desmayo. Algunas personas se sienten mareadas justo antes de desplomarse. También pueden experimentar cambios en la visión, taquicardia, sudoración y náuseas.

Pasar demasiado tiempo en el calor o estar en un lugar muy concurrido y mal ventilado son causas habituales de desmayo. La gente también se puede desmayar después de hacer demasiado ejercicio o de hacerlo con un calor excesivo y sin beber suficiente líquido (lo que hace que su cuerpo se deshidrate.)

Las emociones como el miedo, el dolor, la ansiedad o un estado de impacto, pueden afectar al sistema nervioso de una persona, provocando una bajada de la tensión arterial. Éste es el motivo por el cual algunas personas se desmayan cuando algo las asusta o aterroriza, por ejemplo, al ver sangre.

Una persona hiperventila cuando respira demasiado deprisa, lo que le provoca un descenso del dióxido de carbono (CO2) en sangre. Esto puede hacer que se desmaye. Quienes están muy estresadas/os o en estado de shock o si tienen ciertos trastornos de ansiedad, se pueden desmayar debido a la hiperventilación.

Estas acciones también pueden interferir en el flujo de oxígeno que se dirige al cerebro y pueden hacer que alguien se desmaye. Si alguna te sucede durante una de estas actividades, es probable que no debas preocuparte. Pero si te desmayas más de una vez, informa a tu médico. Algunas personas se desmayan al girar la cabeza rápido hacia el costado.

De los desmayos incluyen: convulsiones y problemas en el corazón como latidos cardíacos irregulares u obstrucciones en el corazón o cerca de éste, que impiden que la sangre vaya al cerebro.

Si eres una de esas personas que al desmayarse tienen síntomas previos como mareos, falta de aire o zumbidos, trata de evitar los desencadenantes como: el dolor intenso, ver la sangre o la aguja que se usa para sacar sangre, habitaciones congestionadas donde hace mucho calor, estar de pie durante largos períodos, las películas de miedo y las alturas.

Si sientes que te vas a desmayar, acuéstate. Si no puedes acostarte, siéntate e inclínate hacia adelante con la cabeza entre las rodillas. Esto ayuda a que la sangre fluya hacia el cerebro. Antes de intentar pararte, espera hasta sentirse mejor, y hazlo lentamente.

Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., Institutos Nacionales de Salud (NIH) Fundación Nemorus, Consumer Reports.