Muy pronto los doctores podrán determinar lo físicamente activa que es una persona por medio de las imágenes cerebrales, ya que se ha demostrado que aquellas que tienen un buen estado físico, tienen un mayor volumen cerebral y la materia blanca más intacta que los pares que no lo tienen.
Un nuevo estudio revela que los adultos mayores que practican alguna actividad física ya sea de forma moderada o enérgica con regularidad, tienen una actividad cerebral más variable durante el reposo que aquellos que no lo hacen. Esta variabilidad se asocia con un mejor rendimiento cognitivo, señalan los investigadores.
Los nuevos hallazgos aparecen en la revista PLOS ONE.
"Estudiamos a 100 adultos de 60 a 80 años, y utilizamos acelerómetros para medir de forma objetiva su actividad física durante una semana, "manifestó Agnieszka Burzynska, investigadora posdoctoral de la Universidad de Illinois, quien dirigió el estudio conjuntamente con Art Kramer, director del Instituto Beckman de Ciencia y Tecnología Avanzada.
Los investigadores también utilizaron la resonancia magnética funcional (fRM) para observar cómo cambiaban los niveles de oxigenación de la sangre en el cerebro a través de los años, reflejando la actividad cerebral de cada participante en reposo. Y se evaluó la integridad microscópica de las fibras de la materia blanca de cada participante, que son las que transportan los impulsos nerviosos e interconectan el cerebro.
"Descubrimos que la actividad cerebral espontánea mostró más fluctuaciones a cada momento en los adultos más activos," manifestó Burzynska, quien es actualmente profesora de la Universidad Estatal de Colorado.
"En un estudio anterior, mostramos que en algunas de las mismas regiones del cerebro, las personas que tienen una mayor variabilidad cerebral también se desempeñan mejor en las tareas cognitivas complejas, especialmente en la tareas de inteligencia y memoria."
Los investigadores también descubrieron que, en promedio, los adultos mayores que eran más activos tenían una mejor estructura de la materia blanca que sus pares menos activos.
"Nuestro estudio, visto en el contexto de los estudios anteriores que examinaron la variabilidad del comportamiento en las tareas cognitivas, sugiere que los adultos mayores que tienen un buen estado físico son más flexibles, tanto cognitivamente como desde el punto de vista de la función cerebral comparado con los pares que no lo tienen,” señaló Kramer.
Esta nueva investigación destaca otra forma de evaluar la salud cerebral al envejecer, manifestó Burzynska.
"Queremos saber cómo se relaciona el cerebro con el cuerpo, y cómo la salud física influye en la salud mental y cerebral al envejecer,” señaló. "En este estudio, en lugar de una medida estructural, tomamos una medida funcional de la salud cerebral. Y encontramos que el seguimiento de los cambios en los niveles de oxigenación de la sangre a través del tiempo resulta útil para predecir el funcionamiento cognitivo y la salud física al envejecer."