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Estas toxinas te están comiendo el cerebro
Por Julio Guzmán
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Invisibles pero letales
Tienes contacto con ellas todo el tiempo y ni siquiera te habías dado cuenta. Ya sea mediante los alimentos que consumes, el aire que respiras o en el agua que tomas, estos agentes han atacado los cerebros de pacientes a niveles pandémicos y los han afectado más de lo que podrías imaginar.
Según el Dr. David Bellenger, profesor de Neurología de la Facultad de Medicina de Harvard, gracias a la exposición de ciertas toxinas, como el plomo, el mercurio y los pesticidas, el cerebro humano poco a poco se ha ido deteriorando al grado que en EU se ha perdido de forma colectiva cerca de 41 millones de puntos de IQ (cociente intelectual).
De acuerdo con Philip Landrigan, de la Escuela de Medicina Monte Sinaí en Nueva York, un daño al cerebro humano provocado por estos tóxicos en una edad temprana “conduce a problemas como la pérdida de CI, acortamiento del intervalo de atención o problemas de comportamiento. Y por lo general, estos efectos tienden a ser permanentes”.
1. Organofosforado
Quizás no habías escuchado de él, pero se trata de un agente muy tóxico que se encuentra en muchos pesticidas. De acuerdo con un documento presentado en el 2012 por los Institutos Nacionales de Salud en conjunto con Bellinger, se calcula que se han perdido un total de 16,9 millones de puntos de IQ por su exposición.
En la actualidad existen alrededor de 45 plaguicidas organofosforados en el mercado y “la mayoría tiene el potencial de dañar el sistema nervioso en desarrollo”, explica el investigador de la Universidad de Harvard Phillippe Grandjean. Es por esto, que aconseja comer alimentos 100% orgánicos.
2. Clorpirifos
En 1965 fue uno de los insecticidas más usados en los hogares estadounidenses, pero en 1995 fue multado por la FDA (Food and Drug Administration) por ocultar más de 200 informes de envenenamiento. Según Landrigan, este producto puede provocar adelgazamiento de la corteza en el desarrollo del cerebro fetal.
Un ejemplo de lo dañino que son los pesticidas lo descubrió la Asociación de Trabajadores Agrícolas de Florida, al encontrar que el 92% de los trabajadores agrícolas en la región habían sido expuesto a pesticidas. Tan sólo en la ciudad de Apopka el 13% de ellos tuvo un hijo nacido con un defecto de nacimiento.
Niños vulnerables
Desde finales de 1990, en el Gobierno Federal se despertó el interés de analizar el efecto de este tipo de tóxicos en los niños y se encontró que es uno de los sectores más vulnerables. De hecho, Grandjean y Landrian atribuyen el aumento de diagnóstico del Trastorno de Déficit de Atención (TDAH) y autismo a estos agentes.
Es un químico empleado para preservar las semillas de los granos para la alimentación de animales y también puede hallarse en el pescado. Mediante resonancias magnéticas se encontró que la exposición de este agente en un paciente puede manifestarse a través de una activación anormal en su cerebro.
Las secuelas de este químico en tu organismo pueden ser catastróficas e irreversibles. De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina, se cree que el metilmercurio también es el causante de una forma de parálisis facial.
4. Bisfenol A
También conocido como BPA, es una sustancia química creada para la producción de plásticos de policarbonato, los cuales puedes hallar en envases de plástico, o alimentos enlatados. Una investigación encontró que su exposición en niños y bebés puede causar efectos negativos en el cerebro y en la conducta.
Mejor conocido como hidrocarburo aromático policíclico, el cual, se encuentra con más frecuencia en el petróleo y el carbón. Una investigación llevada a cabo por el Centro Infantil de Colombia reveló que la exposición a este contaminante se asocia a problemas de atención, la ansiedad y la depresión en edades de 5 a 7 años.
6. Manganeso
Es un nutriente que se encuentra en las nueces, legumbres, semillas, etc. y es esencial para el organismo, pero en exceso puede traer efectos contraproducentes. Se ha hallado que los bebés con niveles altos en la sangre podrían tardar más que sus pares en alcanzar algunas etapas importantes del desarrollo cerebral en su primer año de vida.
Se trata de un veneno muy potente. Solía encontrarse en la gasolina, juguetes, jarras, vasijas, baterías y en la pintura de casas, hasta que se descubrieron sus efectos nocivos en el organismo. De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina, éste puede causar problemas de atención, reducción de IQ, así como bajo rendimiento escolar.
Es una sustancia química usada en lavado en seco y como desgrasador de metales. Cuando entra el ser humano en una alta exposición, a través de tomar agua contaminada de esta sustancia, por ejemplo, puede dañar el cerebro produciendo dificultad para hablar, para caminar, confusión, pérdida del conocimiento, e incluso, la muerte.
9. Tolueno
Se ubica en el esmalte para uñas, pegamentos, lacas, pinturas, disolventes, así como en tintura para madera. Al ingerir esta sustancia, el cerebro es uno de los órganos más afectados, al producir convulsiones, pérdida de memoria, de conocimiento, nerviosismo y temblores, así lo explica la Biblioteca Nacional de Medicina.
Aquí no termina la lista. Landrigan y Grandjean han descubierto que existe un inmenso número de químicos sospechosos responsables de causar problemas de desarrollo neuronal en muchos niños. Ellos sostienen que hay unos 80,000 químicos industriales de amplio uso que nunca han sido probados en cuanto a seguridad.
Algo que sorprende en la actualidad es que existen pocas pruebas para garantizar la seguridad de los productos químicos que hay a nuestro alrededor, lo cual puede atentar significativamente a la salud, considera Landrigan.