"El Tai-Chi no presenta peligros (...) y podría mejorar la calidad de vida y el humor de los enfermos frágiles que sufren de insuficiencia cardíaca", explicó Gloria Yeh del centro médico Beth Israel Deaconess, profesora adjunta de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard y una de las autoras del estudio publicado en los Archives of Internal Medicine del 25 de abril.
Históricamente, las personas que sufren insuficiencia cardíaca crónica han sido consideradas demasiado frágiles para que hagan ejercicio. Hasta fines de los años 80, la recomendación médica general era que evitaran cualquier esfuerzo físico.
Puntos clave
Mantener un régimen de ejercicio es importante en la insuficiencia cardiaca. El Tai Chi podría ser una alternativa adecuada o un ejercicio adjunto para estos pacientes.
Las personas que tienen insuficiencia cardiaca sufren por la incapacidad del corazón de bombear la sangre con eficacia para satisfacer las necesidades del organismo. La afección provoca falta de aire, tos, congestión venosa crónica, inflamación de los tobillos y dificultad para hacer ejercicio.
El Tai Chi incorpora aeróbicos de intensidad baja y moderada con entrenamiento de fuerza, técnicas de respiración, relajación y gestión del estrés, explicó Yeh.
Combina movimientos circulares fluidos, equilibrio y cambios en la distribución del peso, técnicas de respiración y una conciencia interna enfocada. Ya se ha demostrado que resulta útil en una variedad de afecciones médicas, entre ellas la hipertensión, las enfermedades del equilibrio y musculoesqueléticas, y la fibromialgia, anotaron los investigadores.
"Los resultados preliminares de este estudio sugieren que el Tai-Chi podría acarrear beneficios a estos enfermos, pero esto no ha sido verificado en pruebas clínicas extensas", observaron los investigadores.
Para esta investigación, asignaron una hora de Tai-Chi dos veces por semana, durante doce semanas, a 50 personas que sufrían insuficiencia cardíaca crónica.
Otro grupo de 50 participantes que sufría la misma afección y con edades comparables, hizo los ejercicios que se recomiendan generalmente, y que consisten en caminar seis minutos dos veces por semana.
Al término del estudio no había diferencias en términos de oxigenación, pero los participantes sometidos al Tai-Chi tuvieron una mayor mejora en su calidad de vida y bienestar. Además, mostraron más confianza en sí mismo al practicar ciertos ejercicios.
Además, los que practicaron Tai Chi también mostraron una mejora en el estado de ánimo y en el número de calorías que quemaban semanalmente, frente a los que estaban en el programa educativo, añadieron los investigadores.