El telégrafo, el teléfono e Internet son innovaciones en la comunicación que han cambiado el mundo. Pero, ¿qué hay del intercambio de información en silencio mediante la comunicación entre dos cerebros? Seguramente, el poder de leer la mente sigue siendo material de la ciencia ficción.
Pero quizá no. Un equipo de investigadores de la Universidad de Washington asegura que es posible vincular el cerebro de dos personas separadas a distancia, algo inédito para la ciencia hoy.
¿Cómo? Mediante la digitalización de la actividad nerviosa eléctrica asociada a los pensamientos de una persona, la traducción de esa actividad o de esos pensamientos en una señal específica y la transmisión de esa señal por internet en patrones que el cerebro de otra persona pueda comprender.
Todo esto sin decir ni una sola palabra.
"La interfaz intercerebral es un campo de investigación que está en sus inicios", dijo el autor del estudio, Andrea Stocco, profesor asistente de psicología en el Instituto de Aprendizaje y Ciencias del Cerebro de la Universidad de Washington, en Seattle. "La capacidad de comunicar fácil y directamente unos conceptos e imágenes muy complejos de un cerebro a otro es algo que está muy lejos en el futuro".
"Pero lo que hemos podido mostrar es que un intercambio claro de información simple entre un par de cerebros es posible", añadió. "Y eso, en mi opinión, es un gran paso hacia adelante. Y establece un fundamento muy sólido sobre el que poder construir. Y esto es muy emocionante".
Stocco y sus colaboradores comparten los detalles de sus experimentos sobre la comunicación cerebral en la edición del 23 de septiembre de la revista PLOS ONE.
En lo esencial, una interfaz cerebral se refiere a la capacidad de que dos cerebros "hablen" el uno con el otro directamente, enviando y recibiendo mensajes neuronales en forma de señales eléctricas. Esas señales pueden recogerse luego mediante una tecnología de lectura de ondas cerebrales (como, por ejemplo, un electroencefalograma [EEG]) y transmitirse a través de internet.
En un trabajo anterior, el equipo había activado las señales cerebrales de un individuo para motivar el movimiento de una mano de otro individuo situado en un lugar separado.
A partir de eso, la última investigación contó con 10 hombres y mujeres, con edades comprendidas entre los 19 y los 39 años, que fueron emparejados aleatoriamente y luego fueron situados en dos localizaciones del laboratorio diferentes y oscuras a aproximadamente una milla (1.6 km) de distancia.
Aunque ninguno de los participantes podía realmente ver o escuchar a los demás, cada uno de ellos estaba conectado a una máquina similar a un EEG.
Luego cada uno participó en un juego de preguntas y respuestas, en el que una persona pensaba en un objeto (como, por ejemplo, "un perro") perteneciente a una determinada categoría (la de "animales"), mientras que la otra persona enviaba preguntas por internet para intentar averiguar de qué objeto se trataba.
Sin embargo, la persona que pensaba en el objeto solamente podía responder prestando atención a una luz parpadeante que indicaba "sí" o "no", ya que en cada respuesta se generaba un tipo ligeramente distinto de actividad neural.
Las respuestas de "sí" o "no" eran, a su vez, digitalizadas y enviadas de vuelta a la corteza visual del cerebro de la persona que preguntaba a través del EEG. Una vez recibidas, las señales del "sí" desencadenaban percepciones de un parpadeo rápido de la luz, y las respuestas del "no" no lo hacían. Entonces se pidió a los que hacían las preguntas que interpretaran las respuestas, después de informales de que el parpadeo de la luz significaba "sí".
Después de 20 rondas, "descubrimos que las personas eran muy buenas jugando al juego", dijo Stocco. "En promedio, las personas fueron capaces de identificar correctamente los objetos más del 70 por ciento de las veces. Y dado que cada juego implicaba una serie de preguntas y respuestas antes de averiguar el objeto, descubrimos que las personas en realidad pudieron comprender correctamente las respuestas el 93 por ciento de las ocasiones".
Stocco dijo que la esperanza está en facilitar en algún momento una comunicación verdaderamente bidireccional, en la que se suprima el "mediador" al eliminar del todo la necesidad de la comunicación a través de internet.
"El objetivo es conseguir que se comuniquen solamente los pensamientos de un cerebro a otro en ambas direcciones, y hacerlo con conceptos complejos", afirmó Stocco. "Lo que hemos conseguido es genial. Pero esto tiene el potencial de llevarnos a una manera completamente nueva de comunicación".
También te puede interesar:
Más información
Para más información sobre la interfaz cerebral, acuda a laAsociación de la ELA (ALS Association).
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com© Derechos de autor 2015, HealthDay