Las alergias alimentarias podrían ser responsables de algo más que una inflamación ante ciertos alimentos. Un reciente estudio encontró un vínculo entre este tipo de reacciones y la esclerosis múltiple.
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad del sistema nervioso que daña al cerebro y la médula espinal. Esto se debe a que afecta el material que rodea y protege las células nerviosas, causando que los mensajes entre el cerebro y el cuerpo sean mas lentos o se bloqueen. Es más común en mujeres y suele comenzar entre los 20 y 40 años.
La Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple estima que esta enfermedad afectaría a más de 2,5 millones de personas en todo el mundo, afectando principalmente a los caucásicos. En contraste, es menos común entre los hispanos y asiáticos.
Según un estudio de 2015 sobre 496 pacientes estadounidenses recién diagnosticados con EM, la tasa de incidencia cada 100,000 personas fue:
En afroamericanos: 10.2.
En caucásicos: 6.9.
En hispanos: 2.9.
En asiáticos: 1.4.
Actualmente no se conoce la causa de esta condición, aunque expertos creen que podría ser una enfermedad autoinmune, fenómeno que ocurre cuando el cuerpo se ataca a sí mismo.
Siguiendo esta idea, investigadores del Brigham and Women's Hospital analizaron la relación entre las alergias alimentarias, respuestas excesivas del sistema inmune, y la actividad de la EM. Sus hallazgos fueron publicados en Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry.
El rol de las alergias
Para llevar adelante este estudio el equipo trabajó junto a más de 1,300 participantes con EM, que completaron cuestionarios sobre sus alergias a los alimentos, drogas o ambiental.
La actividad de la enfermedad se registró a partir de evaluar el número acumulativo de ataques y nuevas lesiones.
Sin embargo, solo los participantes en el grupo de alergia alimentaria demostraron una tasa significativamente mayor de lesiones, en comparación con los participantes sin este tipo de alergias.
Este vínculo siguió siendo importante incluso cuando los especialistas ajustaron factores como sexo, edad al inicio de los síntomas y la categoría de la enfermedad.
En esta asociación entre la alergia a los alimentos y la actividad de la EM, se destacó el rol del intestino, determinante tanto en la inmunidad como en la inflamación.
"Consideramos que el mecanismo común a la alergia y su influencia en la EM estaría relacionado con la actividad inflamatoria", dijo Tanuja Chitnis, autor principal y neurólogo en Brigham.
Un nuevo vínculo
Chitnis y sus colegas se propusieron investigar la asociación entre la actividad de la enfermedad inflamatoria y el historial de alergias en un subconjunto de pacientes con EM.
"Es interesante que esta asociación solo se encontró con alergias a los alimentos y no con otros tipos de alergias, que se podría haber esperado si esto hubiera sido únicamente un problema de desviación inmune", afirmó Chitnis.
Y agregó "La presencia de alergias alimentarias y mecanismos relacionados, puede aumentar la tasa de recaída y la actividad inflamatoria en los pacientes con EM. Puede haber un mecanismo común aquí, u otros mecanismos que puedan inducir recaídas de la EM".
Los expertos se encuentran trabajando para profundizar en estos mecanismos de alteración inmune en la alergia y, determinar cómo eso afecta la actividad inflamatoria de la EM.
Chitnis destacó la importancia de abordar las alergias alimentarias a la hora de atender pacientes con EM. "Esta investigación abre una nueva forma de pensar los mecanismos inmunitarios en la EM".
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