Una nueva investigación muestra que a un gran número de personas que están lidiando con problemas de salud graves y delicados les resulta demasiado difícil revelar esta información a sus médicos.
Esto puede tener implicaciones importantes para su salud general.
El nuevo estudio de la Universidad de Utah, publicado en JAMA Network Open muestra que las personas que viven con depresión, son sobrevivientes de agresión sexual, han enfrentado violencia doméstica o tienen pensamientos suicidas, específicamente, tienen más probabilidades de mantener esta información privada, sin decirles nada a sus proveedores de salud.
Los investigadores analizaron las respuestas de más de 4.500 personas a dos encuestas nacionales en línea de 2015. En una, la edad de los encuestados era de 36 años, la otra tenían una edad promedio de 61. A todos se les preguntó si alguna vez habían ocultado información a un médico sobre estas amenazas a la salud.
Los investigadores descubrieron que hasta el 47.5% de estas personas optaron por no informar a sus médicos sobre al menos uno de los problemas de salud.
¿Por qué tantos mantuvieron en secreto esta información crucial?
El estudio reveló que más del 70% dijo que no había divulgado el problema de salud por vergüenza y miedo a ser juzgados.
La probabilidad de que no se informara sobre problemas de salud críticos mostró ser mayor entre las mujeres y las personas más jóvenes.
Angela Fagerlin, directora del departamento de ciencias de la salud en la Escuela de Medicina de la universidad, y autora principal del estudio, dijo estar sorprendida por los resultados.
Fagerlin explicó que las personas que no contaban sus problemas de salud también manifestaron tener temor de que la información sobre, por ejemplo, una depresión, quedara registrada en su historia clínica.
Pero, ¿cuánto de esta actitud tiene que ver con la confianza que se tiene en el proveedor de salud?
Aunque el estudio de Utah no abordó este costado del problema, otros han relacionado el nivel de confianza entre el médico y su paciente con un mejor resultado de salud.
Un trabajo de 2018 que analizó 17 estudios científicos sobre la confianza en la relación médico-paciente concluyó que "tanto la confianza como la comunicación están positivamente relacionados con la satisfacción del paciente y la calidad percibida de la atención médica, y también en términos de mejor cumplimiento de un regimiento de medicamentos, una terapia y seguimiento médico".
Los investigadores coinciden en que tener un seguro médico y un mejor acceso a la atención médica son dos componentes que garantizan poder construir esa confianza con el médico. ¿Por qué? Porque es la forma en que se garantizan visitas periódicas y una comunicación consistente con un mismo profesional de salud.
Además de este enorme beneficio, que mejora los resultados de salud, hay muchos otros beneficios que vienen de la mano de un plan médico.
Muchas personas, especialmente las más jóvenes y saludables, se preguntan por qué deben gastar dinero en un seguro de salud.
No conocen de palabras como hipertensión, colesterol alto, o incluso prevención. Pero... ¿y si ocurre un accidente imprevisto?
¿Lo piensas dos veces cuando contratas el seguro de tu auto, de tu vivienda, incluso de objetos valiosos que posees?
Hay muchas maneras sabias de ahorrar dinero, pero decidir no tener seguro de salud no es una de ellas.
Las siguientes son al menos seis razones de peso por las que debes tener cobertura médica:
1) Cuentas astronómicas. Un seguro de salud puede ser costoso, pero no tenerlo puede costar mucho más. Un accidente, una fractura, el diagnóstico de una condición cardíaca, colesterol alto, hipertensión, una erupción en la piel, una crisis asmática, la caída de tu niño andando en bicicleta, pueden desencadenar visitas inesperadas al doctor y una catarata de cuentas médicas difíciles de pagar.
2) Ayuda para pagar. Tu seguro de salud paga por tus gastos médicos preventivos, y por otros gastos médicos en general cuando ya alcanzaste el límite de tu deducible (lo que debes desembolsar de tu propio bolsillo antes que la aseguradora comience a pagar).
3) Prevención familiar. Cuando todos los miembros de la familia tienen seguro médico, tienden a recibir más atención preventiva, hacerse los chequeos anuales, recibir las vacunas obligatorias y las de la gripe. Si se tiene una situación o emergencia médica y no se tiene seguro de salud, seguramente la persona termine en una sala de emergencia, lo que es mucho más costoso, ya sea para su propio bolsillo si tiene capacidad de pagar esa cuenta, o para el hospital si tiene que absorber ese gasto.
4) Cuidado gratuito. Cuando tienes seguro de salud, por ley puedes tener vacunas y chequeos preventivos sin costo, incluso antes que alcances tu deducible.
5) Pertenecer a una red. Al tener seguro, pagas menos cuando recibes atención de proveedores de salud que forman parte de tu plan médico, incluso antes que alcances tu deducible.
6) Beneficio colectivo. Cuando una persona paga un seguro de salud, el dinero de las primas va a una especie de fondo común que la aseguradora utiliza para pagar por los gastos médicos de sus miembros. Una persona saludable gasta menos y, obviamente, una persona con condiciones médicas, más. Ese balance, que varía constantemente porque alguien sano puede enfermarse, ayuda a que las primas (los pagos mensuales) no aumenten, además de contribuir a la salud y el bienestar común.
Y ahora, lo demuestran los estudios, agrega una capa de confianza ya que puedes contruir un vínculo con tu médico, para que juntos puedan resolver tus cuestiones de salud.