Luego que la Cámara Baja votara a favor de una ley para revocar la reforma de salud el 19 de enero, por 245 votos a favor y 189 en contra, comenzó en el Congreso una nueva etapa de la batalla liderada por los republicanos quienes intentan construir un caso para desmantelar la ley puesta en marcha en marzo de 2010.
Ante esta arremetida, los demócratas dicen que podrían cambiar “dos o tres puntos pequeños de la ley” pero, como dijo Obama en la primera de las audiencias que siguen a la votación, “no aceptaré cambios mayores”.
Al culminar estas audiencias, la propuesta de ley de revocación debe pasar a la Cámara Alta, en donde los senadores demócratas siguen siendo mayoría.
Puntos clave
Los consumidores deben saber que, mientras se debate en el Congreso, la ley sigue en marcha y los cambios de la reforma de salud siguen realizándose.
Mitch McConnell, republicano de Kentucky, dijo respondiendo a las palabras de Obama, que “debemos revocar esta ley y reemplazarla por una reforma basada en el sentido común, que realmente baje los costos y ayude a los empleadores”.
Los republicanos han utilizado como argumento central para impulsar la revocación un punto de la ley que obliga a todos los ciudadanos a tener una cobertura médica para 2014, a riesgo de ser multados. Este artículo de la ley ya está siendo desafiado en cortes por más de 20 estados que consideran que esta obligatoriedad es inconstitucional.
Obama dijo que “la reforma de salud es parte de la reforma del déficit”, ya que la ley busca controlar los costos del Medicaid y Medicare, las aseguradoras administradas por el Gobierno, que justamente tienen graves problemas de presupuesto.
La Oficina del Presupuesto del Congreso anunció que el déficit del país llegará a 1,48 mil millones en el año fiscal 2011, mayor a las estimaciones de agosto que eran de 1,07 mil millones.
El presidente remarcó que se trata de una ley que está vigente desde hace 10 meses, y que no ha destruido presupuestos ni se ha revelado como algo monstruoso. Pero sí, enfatizó, evita que las aseguradoras privadas discriminen por padecer condiciones preexistentes y permite que los hijos estén bajo las pólizas de salud de los padres hasta los 26 años.
El debate por una reforma de salud fue el mayor que tuvo el país en cuatro décadas. La idea es que se amplíe la cobertura de salud a 32 millones más de personas. El proyecto de reforma, que durará cerca de 10 años, costará $940.000 millones. Incluye nuevas opciones de seguros de salud para pequeñas empresas, para los trabajadores por cuenta propia y para los que no tengan empleo.
La votación en la Cámara Baja se realizó cuando justamente una encuesta revelaba que la oposición a la reforma de salud ha bajado. Según datos de AP/GFK, un 41 por ciento de las personas se oponen a la ley, mientras que un 40 por ciento la apoya. La encuesta se realizó entre 1.001 adultos entre el 5 y el 10 de enero.
El grado de oposición llegó a ser del 47 por ciento, según otra encuesta de la misma agencia realizada en noviembre del 2010.
