Por qué esta generación sufre más de ansiedad y estrés

Contra lo que comúnmente podría creerse, los millenials —los que nacieron entre 1981 y 1996, que ahora son adultos jóvenes— son la generación que más sufre de ansiedad y estrés.

Esto comparado con los baby boomers, los bebés de la post guerra que nacieron entre 1946 y 1964 (que ahora tienen entre 55 y 73),  y los que entran en la llamada generación X, nacidos entre 1965 y 1980 (ahora de 39 a 54 años).

Por qué esta generación sufre más de ansiedad y estrés
| Foto: ISTOCK

¿Por qué los más jóvenes sufren de estas afecciones que lesionan su calidad de vida?

Según una encuesta de la Asociación Americana de Psicología (APA), a diferencia de sus mayores, los milennials tienen tasas de empleo más bajas, más deuda universitaria y menos posibilidades que sus padres de ser dueños de sus casas.

Esto los mantiene, al parecer, en un estado de ansiedad y estrés que puede ser dañino. Y los latinos son de los que más los padecen. Según el sondeo realizado en 2018 entre 1,000 adultos jóvenes, cuatro de cada 5 hispanos dijeron que sentían niveles de ansiedad y estrés intensos, especialmente por la preocupación de llegar a fin de mes y de pagar las cuentas.

Las mujeres presentaron más estos síntomas, y las comunidades de color tuvieron un puntaje 11 veces más alto en ambas afecciones.

El 86% de los jóvenes encuestados aseguró que sus problemas mentales afectan su salud en general, y que la salud mental no tratada —la falta de acceso, los servicios ineficientes, los costos, el estigma— afectan distintos aspectos de la vida, y especialmente la economía del país.

Curiosamente, también confesaron que les costaría votar a un candidato que haya hecho público un trastorno de salud mental, aunque hubiera recibido tratamiento...

¿Qué es la ansiedad?

El trastorno de ansiedad es una afección mental común. La Anxiety and Depression Association of America indica que unos 40 millones de adultos la padecen en el país. Aunque es tratable, solo el 36% recibe tratamiento adecuado.

Según la biblioteca médica ADAM, su síntoma principal es la presencia frecuente de preocupación o tensión durante al menos 6 meses, incluso cuando hay poca o ninguna causa clara. Las preocupaciones parecen saltar de un problema a otro. Estos conflictos pueden involucrar a la familia, las relaciones interpersonales, el trabajo, el dinero y la salud.

Incluso estando consciente de que las preocupaciones o miedos son más fuertes de lo necesario, una persona con ansiedad generalizada aún tiene dificultad para controlarlos.

Otros síntomas incluyen, según ADAM:

  • Problemas de concentración
  • Fatiga
  • Irritabilidad
  • Problemas para dormir, o tener un sueño que no es reparador
  • Inquietud y malestar al despertarse

La persona también puede presentar otros síntomas físicos como tensión muscular, problemas estomacales, sudoración o dificultad para respirar.

En algunos casos, es necesario distintas técnicas terapéuticas, y la intervención de un profesional, para superarla.

¿Qué es la depresión?

La depresión es una afección mental distinta a la tristeza (que es temporal y se va con el tiempo). Si crees que puedes estar deprimido, consulta con tu médico.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que 350 millones de personas la padecen a nivel global.

En los Estados Unidos, el estudio SOL (Study of Latinos) comprobó que el 27% de los hispanos son depresivos, pero muy pocos reciben tratamiento.

Los siguientes son recursos que una persona con depresión, o un ser querido, pueden utilizar para pedir ayuda e iniciar el camino de regreso a la vida normal:

  • Línea de Prevención del Suicidio: 1-800-273-8255
  • Línea de texto para hablar sobre una crisis: Textear HOME al 741741
  • Grupo de apoyo para la depresión: 1-800-826-3632
  • Violencia adolescente-línea de apoyo: 1-800-992-2600
  • Línea para personas que escaparon de sus casas (los llamados son confidenciales): 1-800-231-6946
  • Línea para asalto sexual: 1-800-223-5001
  • Línea nacional para violencia doméstica: 1-800-799-SAFE

Fuentes: APA, NDMDA, CDC, NIMH, ADAA. 

Más para leer:

Comparte tu opinión