Diferentes comunidades a lo largo del mundo suelen agregar chiles a sus platillos para realzar los sabores y conseguir experiencias gastronómicas distintivas. Sin embargo, un nuevo estudio encontró, tras analizar a más de 4,500 personas, que consumir estos frutos podría acelerar el deterioro cognitivo, aumentando el riesgo de demencia.
Pimientos de cereza, habaneros, de cayena o jalapeños, existen muchas variedades que pueden ayudarte a que tus platillos consigan un toque picante. Esto se debe a que todos tienen capsaicina, el principal ingrediente activo de estos frutos, que les otorga su característico picor.
Este compuesto es estudiado por diferentes investigadores, porque se cree que podría fomentar reacciones bioquímicas con efectos saludables. Por ejemplo, un trabajo de la Universidad Marshall, en EE. UU., encontró que la capsaicina podría dificultar la metástasis de cáncer de pulmón. Este es el proceso mediante el cual las células cancerosas se esparcen por el cuerpo.
Otro estudio, que rastreó a más de 16,000 estadounidenses, encontró que el consumo regular de chiles rojos picantes se asoció con una reducción del 13% de la mortalidad, específicamente por enfermedad cardíaca o accidente cerebrovascular (ACV).
Sin embargo, también existen casos como el del hombre que comió un Carolina Reaper, reconocido como el ají más picante del mundo según el Guinness World Records, y terminó en el hospital con un fuerte dolor de cabeza y cuello.
Para profundizar este vínculo entre los chiles y la salud, un grupo de investigadores de la Universidad de Qatar, en Doha, analizó a 4,582 participantes chinos, mayores de 55 años. Los especialistas encontraron que el consumo constante y excesivo de estos alimentos podría afectar la función cognitiva, aumentando el riesgo de demencia.
El director de la investigación, Zumin Shi, explicó "El consumo de chile resultó ser beneficioso para el peso corporal y la presión arterial en nuestros estudios anteriores. Sin embargo, en este encontramos efectos adversos en la cognición entre los adultos mayores". Sus resultados se publicaron en Nutrients.
¿Cuándo se vuelven peligrosos?
Tras comparar y examinar encuestas dietéticas que respondieron los pacientes, los expertos encontraron que aquellos que comían más de 50 gramos de chile por día de manera regular tenían casi el doble de riesgo de deterioro cognitivo que las personas que los consumían en menor cantidad.
La ingesta de chile incluyó tanto ejemplares frescos como secos, pero no se tuvo en cuenta las variedades dulces o la pimienta negra. El equipo también observó que los participantes que generalmente comían una mayor cantidad de chile tendían a tener un ingreso financiero y un índice de masa corporal (IMC) más bajo que las personas que los consumían en menor cantidad. Además, realizaban menos actividad física y eran más jóvenes.
Los expertos creen que las personas con un IMC saludable pueden tener una mayor sensibilidad a la capsaicina que aquellas con sobrepeso clínico. Esta sensibilidad, también podría explicar el mayor riesgo de deterioro cognitivo.
Otro aspecto que llamó la atención de los investigadores fueron los niveles de educación. "En nuestro estudio, hubo una diferencia significativa en el consumo de chile entre personas con diferentes niveles de educación. Por lo tanto, es posible que el efecto de confusión de la educación aún contribuya a la relación entre el consumo de chile y la función cognitiva".
Por el grado de incidencia que tiene la demencia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que afecta a 50 millones de personas y cada año se registran 10 millones de nuevos casos, los investigadores señalaron la necesidad de continuar investigando esta asociación. Sus próximos pasos estarán dirigidos a evaluar el vínculo entre el nivel de educación, la ingesta de chile y el riesgo de deterioro cognitivo.
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