La temporada de resfriado común está aquí, y si tienes hijos, probablemente sentirás el sufrimiento de estas molestas infecciones virales del tracto respiratorio superior. Los niños experimentan más resfriados (alrededor de 6 a 10 por año) que los adultos. Con cada resfriado que produce síntomas de congestión y secreción nasal, tos y fiebre leve que dura hasta 7 a 10 días, puede parecer que los niños están casi continuamente enfermos. ¿Cómo ayudarlos a que se alivien? El Dr. Edward Bell, Profesor de Práctica de Farmacia en Drake University, explica por qué no deben darse medicamentos de venta libre para la tos y resfriado a niños menores de 12 años, en un artículo aparecido en the Conversation.
Los padres ciertamente quieren que sus hijos enfermos se sientan mejor, y ellos, naturalmente, quieren ayudar. Una solución frecuente son los medicamentos de venta libre (OTC, por sus siglas en inglés), que se promocionan para tratar muchos males, incluidos los resfriados.
Es tentador comprar uno o más de estos productos para ayudar a tu hijo. Sin embargo, para los niños menores de 12 años de edad, es mejor no usar productos de venta libre para la tos y medicamentos contra el resfriado comunes. Estos productos carecen de datos de seguridad y eficacia de estudios clínicos.
El peligro de darles fármacos de adultos
Cuando se trata a niños con medicamentos de venta libre o recetados, es importante comprender que los niños pequeños difieren significativamente de la población adulta con respecto a la eficacia de los medicamentos y los efectos adversos.
Antes, e incluso hoy hasta cierto punto, los profesionales de la salud asumían que los medicamentos funcionaban y se comportaban de manera similar en niños que en adultos.
Sobre la base de esta suposición, los profesionales de la salud a menudo solo reducían la cantidad de un medicamento para un niño en función de una proporción del peso corporal. Se asumía que la eficacia del ingrediente activo de productos para la tos y el resfriado de venta libre, como se demostró en estudios en adultos, sería similar en los niños.
Sin embargo, hemos aprendido que esta estrategia no es precisa y puede ser peligrosa. La mayoría de los medicamentos no se estudian y evalúan específicamente en niños antes de su etiquetado por la Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU. (FDA).
Cambio en las etiquetas
Los productos pediátricos de venta libre para la tos y el resfriado han experimentado cambios regulatorios en los últimos años. En 2008, la FDA recomendó que los productos de venta libre para la tos y el resfriado no se administren a niños menores de 2 años. Y actualmente, se etiquetan como "no apto para uso" en niños menores de 4 años.
Las revisiones de la literatura médica indican que los ingredientes de los medicamentos de venta libre son realmente ineficaces para reducir los síntomas del resfriado en los niños. Los productos de venta libre para la tos y el resfriado también pueden ser peligrosos, ya que en más de 100 muertes de bebés y niños pequeños, estos productos fueron la única causa o causas contributivas importantes.
Fueron casos en los que los productos se usaron de manera inadecuada, con dosis demasiado grandes, dosis con demasiada frecuencia, medición de dosis incorrecta (demasiado) o administración de medicamentos de ingredientes activos similares mezclados.
¿Qué se puede hacer?
Remedios caseros recomendados por la Academia Americana de Pediatría (AAP)
- Goteo nasal: Succiona para sacar el líquido de la nariz del niño y pídele que se suene la nariz. Cuando la secreción nasal es aguada, indica que se está deshaciendo de los virus.
- Nariz tapada: Hazle enjuagues nasales. Puedes comprar gotas salinas o atomizadores en la farmacia sin receta médica o hacer tu propia mezcla: añade 2 ml de sal de mesa al agua tibia del grifo.
- Usa un atomizador o gotas con solución salina para aflojar la mucosidad seca, y pídele que se suene la nariz o utiliza una jeringa de pera para succionar el líquido de la nariz. Ponle de 2 a 3 gotas en cada orificio de la nariz (un lado a la vez) luego succiona el líquido o pídele al niño que se suene la nariz.
- Mucosidad (mocos) pegajosos: Usa un hisopo de algodón (bastoncillo) húmedo para quitarlos.
- Tos: En niños de 3 meses a 1 año de edad: debes darle líquidos tibios y claros (agua tibia o jugo de manzana) de 5 a 15 ml, 4 veces a día, cuando el niño está tosiendo. No le des miel porque puede causarle botulismo. Si tu niño es menor de 3 meses, consulta con el médico.
- Para niños de 1 año o mayores: Usa miel, de 2 a 5 ml, según sea necesario. La miel diluye/aclara la mucosidad y reduce la tos.
- Para niños de 2 años y mayores. Frota una capa gruesa de ungüento mentolado en la piel sobre el pecho y el cuello (cubriendo la garganta).
- Ataques de tos o espasmos: Sienta al niño en el baño y deja que respire el vapor caliente que sale de la ducha.
- Líquidos: Asegúrate de que tu niño tome suficiente agua y otros líquidos, así la mucosidad del cuerpo se diluye más.
- Humedad (cantidad de agua en el aire): Si el aire del medio ambiente de tu hogar se siente seco, usa un humificador.
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