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"Nunca ví pechos tan grandes"

Kerisha Mark es una mujer de Texas de 40 años, y por fin se siente aliviada de los males que soportó durante años por una alternación hormonal que hizo crecer sus pechos en forma desmesurada. La disfunción, conocida como gigantomastia, provoca este aumento debido a una reacción exagerada de las hormonas prolactina, estrógeno y progesterona.

La mujer admite que tuvo pechos muy grandes desde siempre, y ya en la adolescencia tenía dificultades cuando quería saltar o correr. A los 30 años habían crecido tanto que le causaban intensos dolores en el pecho y la espalda, y también migrañas.

"Nunca ví pechos tan grandes"
ABC | Foto: CAPTURA DE PANTALLA

El sobrepeso y el gran tamaño de sus pechos provocaron que la piel de la zona se estirara considerablemente. No podía correr, saltar o moverse con libertad, y le limitaba una gran cantidad de actividades. Sus pechos pesaban tanto que tenía que usar cinta adhesiva para sostenerlos en su lugar, ya que de otro modo caían por debajo de sus caderas.

Cuando estaba por cumplir 40 años, Kerisha decidio poner fin a su padecimiento y recurrir a una cirugía reductora. El cirujano plástico Franklin Rose, de Houston,  le extirpó 15 libras (6,8 kg) de tejido de cada pecho. Trabajó en conjunto con un colega durante cuatro horas, y luego el especialista reveló que eran los pechos más grandes que había visto en sus 35 años de profesión.

Hoy Kerisha está feliz ya que su vida dio un giro sorprendente y está llena de nuevas emociones. En breve va a empezar a hacer ejercicio y a cumplir las dos primeras tareas que tiene en su agenda: comprar un lindo sostén talle DD, y un vestido strapless.

¿Qué es la gigantomastia?

Se considera gigantomastia cuando el tamaño de los pechos exceden el 3 % del peso total de la persona. En general suele ocurrir durante la pubertad o el embarazo, donde recibe el nombre de gigantomastia gestacional, y el crecimiento desmesurado del tejido mamario puede llegar a perjudicar tanto a la madre como al feto. Si embargo, hay casos excepcionales como el de Kerisha que se dan fuera de estos períodos.

La gigantomastia puede llegar a causar dolores musculares, estiramiento excesivo de piel y hasta úlceras, y suele afectar más a un pecho que al otro, causando asimetría. En muchos casos, si no se reducen quirúrgicamente pueden producir cifosis degenerativa, en donde la columna se curva hacia atrás formando una joroba.

Un estudio de 2012 publicado en el Journal de Cirugía Plástica y Reconstructiva informa que una mujer con pechos exageradamente grandes puede perder cinco años de vida si no se los reduce. El cirujano inglés Laurence Kirwan, autor del estudio, sostiene que en estos casos la cirugía está muy lejos de ser algo meramente estético.

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