Qué es la sonrisa gingival y cómo se trata

Una sonrisa puede ser una carta de presentación y una de las formas más comunes de expresar felicidad, satisfacción o placer.

Sin embargo, para algunos puede ser incomodo debido a que al hacerlo revelan más encía de lo que les gustaría. Esta condición bastante común se conoce como exhibición gingival excesiva o sonrisa gingival. Veamos de qué se trata.

La sonrisa gingival es bastante común y se caracteriza por revelar más encía de lo que se pretende. | Foto: GETTY IMAGES

Puntos clave

  • La sonrisa o exhibición gingival es una condición que se caracteriza por revelar más encías de lo que se pretende al sonreír.
  • Es bastante común y su diagnóstico muchas veces depende de la autopercepción o impresión de un tercero. 
  • Puede deberse a alteraciones musculoesqueléticas o de los labios, a la edad, sexo o herencia genética.
  • Para tratarla se puede recurrir a inyecciones de Botox o ácido hialurónico, dispositivos de anclaje temporal o cirugías como ortognática, gingivectomía o reposicionamiento de labios.

Los expertos aseguran que no existe una definición exacta para decidir qué es una sonrisa gingival, ya que en gran medida se determina por la autopercepción o la impresión del otro. Es decir, lo que para alguien es una exposición excesiva de encía, para otro puede ser normal.

Generalmente, si existen entre 3 y 4 milímetros de la línea de las encías expuesta se considera desproporcionado, y da como resultado una sonrisa gingival. También se considera la altura y forma de los dientes, movimiento de los labios al sonreír y ángulo de la mandíbula.

Según distintas investigaciones, varios factores pueden contribuir a una sonrisa gingival:

  • Alteraciones en los labios: la sonrisa gingival puede ocurrir cuando existen anomalías en el desarrollo del labio superior o cuando se tiene labios hipermóviles, es decir, se mueven dramáticamente cuando uno sonríe, exponiendo la línea de las encías.
  • Erupción pasiva alterada: en muchos casos la forma en que crecen los dientes permanentes puede resultar en una sonrisa gingival. Por ejemplo, si las encías cubrieron una mayor parte de la superficie de los dientes cuando salieron, una condición llamada erupción pasiva alterada, podría llevar a una sonrisa gingival.
  • Extrusión dentoalveolar: ocurre cuando los dientes de la zona frontal crecieron demasiado, desencadenando también un crecimiento de las encías.
  • Exceso maxilar vertical: ocurre cuando los huesos de la mandíbula superior crecen más de lo normal.
  • Hiperplasia gingival: ocurre cuando las encías crecen demasiado alrededor de los dientes. Esto puede ocurrir como consecuencia de consumir ciertos medicamentos, como los que se usan para prevenir convulsiones o tratar la presión arterial.

Incluso la edad, sexo (predomina en mujeres), o la herencia genética pueden ser responsables del desarrollo de una sonrisa gingival.

Cómo tratar la sonrisa gingival

Si tienes sonrisa gingival y te provoca incomodidad, puedes consultar a un profesional de la salud para que te evalúe, realice un diagnóstico y determine el mejor tratamiento. Entre las opciones más comunes se encuentra:

Ácido hialurónico

El ácido hialurónico normalmente se aplica con inyecciones para tratar la sonrisa gingival cuando es causada por labios hipermóviles. Los rellenos restringen el movimiento de las fibras musculares del labio hasta por 8 meses.

Los expertos advierten que, aunque en raras ocasiones, es posible sufrir algunas complicaciones, como pérdida de tejido, ceguera, o accidente cerebrovascular. También puede ocurrir que el sistema inmune reaccione al ácido hialurónico y forme un nódulo.

Botox

Las inyecciones de toxina botulínica, mejor conocidas como Botox, pueden ayudar a camuflar la sonrisa gingival cuando ocurre por un desplazamiento excesivo del labio superior al sonreír.

Este tratamiento conlleva algunos problemas, como la necesidad de repetir las inyecciones cada 3 o 4 meses, o el riesgo de afectar la sonrisa por un exceso de Botox.

Cirugía ortognática

Cuando el origen de la sonrisa gingival se encuentra en la disposición de la mandíbula, el profesional de la salud puede recomendar una cirugía ortognática.

Es un procedimiento con el que se busca equilibrar la longitud de la mandíbula superior e inferior mediante la extracción de una sección de hueso de la mandíbula superior. Luego, la mandíbula se volverá a unir con placas y tornillos diminutos. De ser necesario, también se pueden realizar ajustes en la mandíbula inferior.

La recuperación suele durar entre un mes y medio y tres meses, y es posible que se necesiten elásticos para mantener la mandíbula en una correcta posición mientras sana.

Probablemente antes de realizar esta cirugía sea necesario usar aparatos ortopédicos u otros dispositivos de ortodoncia para asegurar que los dientes y arcos de la boca están bien alineados.

Dispositivos de anclaje temporal

Los dispositivos de anclaje temporal son pequeños tornillos que se implantan el hueso de la boca. Es una buena opción para colocar los dientes en una posición que reduzca la sonrisa gingival sin la necesidad de someterse a una cirugía.

Gingivectomía

Otra cirugía que suele recomendarse para tratar la sonrisa gingival es la gingivectomía, que consiste en eliminar el exceso de encía superior. Se realiza con anestesia local y también se practica para corregir el hueso maxilar.

Después de la cirugía, es probable que las encías sangren y duelan durante aproximadamente una semana, e incluso puede ser necesario realizar más de una sesión. Sin embargo, los resultados pueden llegar a ser permanentes.

Reposicionamiento de labios

Cómo su nombre lo indica, el reposicionamiento de labios es una cirugía a la que se recurre cuando la posición de los labios provoca la sonrisa gingival. Se busca cambiar la posición del labio en relación con los dientes.

En esta operación el cirujano realiza dos incisiones en la parte inferior del labio superior y quita una sección de tejido conectivo del área, y luego cose las incisiones. Es un procedimiento que no dura más de una hora.

Finalizada la operación se pueden recetar analgésicos y antibióticos, y se espera que tras una semana concluya la recuperación. Los resultados suelen ser permanentes.

Fuentes consultadas: Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Cínica Mayo, Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial.