Ejercitarte e hidratarte con gaseosas nunca ha sido buena idea (sí, estás echando por la ventana tus esfuerzos) y si a esa mala combinación sumas altas temperatura, las consecuencias pueden ser serias. Una nueva investigación sugiere que tomar refrescos, mientras haces ejercicio en climas cálidos, puede aumentar el riesgo de enfermedad renal.
Para llegar a estos hallazgos, un equipo de investigación de la Universidad de Buffalo en Nueva York.
estudió a adultos sanos en un entorno de laboratorio que simulaba un día caluroso a 95° grados Fahrenheit en un sitio agrícola. En dicho entorno, los voluntarios debían completar un ciclo de diversos ejercicios en una hora y tomar refrescos con cafeína.
"El consumo de refrescos durante y después del ejercicio con calor no se rehidrata", explicaron los investigadores. "Por lo tanto, el consumo de bebidas no alcohólicas como una bebida de rehidratación durante el ejercicio con calor puede no ser lo ideal”.
El ciclo de ejercicios comprendió una sesión de 30 minutos en una caminadora seguida de tres actividades diferentes (levantamiento, destreza y balanceo de martillos), de cinco minutos cada una. A finalizar, hacían un descanso, mientras tomaban 16 onzas de refresco y repetían el ciclo, hasta completar cuatro horas. Antes de irse del laboratorio, tomaban más de la bebida, sin haber consumido otro líquido.
El volumen de las bebidas que tomaron los participantes era de un litro o el equivalente al 115% de su peso corporal perdido a través de la sudoración, si esa cantidad era mayor. Los investigadores midieron la temperatura corporal central, la frecuencia cardíaca, la presión arterial, el peso corporal y los marcadores de lesión renal de los participantes antes del ejercicio, al finalizar y 24 horas después de cada prueba.
Tras las evaluaciones, se descubrieron niveles más altos de creatinina en la sangre y alteraciones en los marcadores de lesión renal, después de la prueba de refrescos. Estos cambios ocurrieron cuando los participantes bebieron agua. Además, los niveles de vasopresina, una hormona antidiurética que eleva la presión arterial, eran más altos.
Los hallazgos fueron publicados en American Journal of Physiology. Los autores agregaron que se necesita seguir trabajando para comprender los efectos, a largo plazo, del consumo de bebidas no alcohólicas durante el ejercicio con calor y su relación con el riesgo de enfermedad.
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