No importa que tan buena salud tengas ni cuánto te esfuerces en estudiar o hacer bien tu trabajo, si vives en temperaturas extremas, tu rendimiento va a disminuir. La escuela de Salud Pública de Harvard TH Chan acaba de dar a conocer el primer estudio sobre los efectos negativos del calor en nuestras capacidades cognitivas y ni siquiera los jóvenes se escapan.
"La mayoría de las investigaciones sobre los efectos del calor sobre la salud se han realizado en poblaciones vulnerables, como las personas mayores, creando la percepción de que la población en general no está en riesgo por las olas de calor", explicó José Guillermo Cedeño-Laurent, investigador la escuela y autor principal del estudio. Buscando otro enfoque, durante una ola de calor, trabajaron con estudiantes jóvenes /20 años de edad, promedio) y sanos que vivían en dormitorios en edificios de Boston.
Los especialistas aplicaron una serie de pruebas cognitivas a los estudiantes que vivían sin aire acondicionado. Los resultados indican que estos tuvieron peor rendimiento en comparación con los que vivían en espacios similares, pero con aire.
Durante 12 días de verano, midieron la temperatura de los espacios, sus niveles de dióxido de carbono, humedad, ruido, así como patrones de sueño de los estudiantes. Mientras, aplicaron pruebas para evaluar la velocidad cognitiva, la capacidad de enfocarse en estímulos relevantes y la memoria de trabajo, entre otros aspectos.
Las disminuciones se reflejaron en cinco indicadores de la función cognitiva, como tiempo de reacción y memoria de trabajo. Los estudiantes que vivían en las habitaciones con aire acondicionado no solo fueron más rápidos, sino también más precisos.
“Conocer los riesgos de diferentes poblaciones es fundamental teniendo en cuenta que en muchas ciudades, como Boston, el número de olas de calor se proyecta que aumentará debido al cambio climático", dijo el investigador. Los resultados también resaltan la necesidad de soluciones de diseño sostenible para mitigar los impactos del calor extremo en la salud.
El calor extremo puede tener consecuencias graves en la salud pública y, por ejemplo, en Estados Unidos es la principal causa de muerte de todos los fenómenos meteorológicos. 2016, el año en el que se levó a cabo el estudio, fue también el más caliente de los últimos dos siglos y las temperaturas continúan aumentando en todo el mundo.
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