El comienzo de un nuevo año suele verse acompañado por un grupo de promesas que realizamos con la esperanza de cambiar ciertos aspectos de nuestras vidas. En muchos casos éstas se centran en modificar hábitos poco saludables como dejar de fumar, abandonar la bebida o realizar dietas y ejercicios.
Pero también existen otros aspectos que parecen inofensivos y pueden afectar nuestra salud, como el uso de Internet o la televisión en exceso.
Debes tener en cuenta que hay una gran diferencia entre un mal hábito que tú puedes solucionar y una adicción o dependencia para la que se requiere atención o intervención médica.
Por lo tanto debes hacerte algunas preguntas "¿Por qué romper un hábito poco saludable? ¿Un hábito particular está dañando tu salud? ¿Es este hábito algo que realmente quieres hacer o eres incapaz de parar?
A continuación, 6 consejos que los expertos de salud de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, en EE.UU. consideran que pueden ayudarte a modificar tus malos hábitos:
1. Haz un inventario
Debes elaborar algunas preguntas: ¿Cuál es tu mal hábito? ¿Por qué lo haces? ¿Con qué frecuencia te está complaciendo? ¿Cuánto tiempo y dinero gastas en él cada semana? ¿Qué señales te genera?
Cómo hacerlo: Registra tu hábito durante una o dos semanas en un diario, respondiendo a todas las preguntas anteriores. Luego anota por qué deberías, y no deberías, realizar un cambio. Una vez que comprendas mejor tu hábito, puedes recurrir a distraerte cada vez que surja la necesidad del problema subyacente, con un sustituto adaptado. Por ejemplo, si te sientes solo, llama a un amigo; si estás ansioso, intenta técnicas de relajación o si estás aburrido, sal a caminar o realizar ejercicios.
2. Practica decir que no
La presión de los compañeros o familiares puede darse en muchas formas, desde buscar que otros se unan al momento de beber o fumar, como a la hora de pedir favores.
Cómo hacerlo: Deja que tus amigos y familiares sepan con anticipación que estas tratando de cambiar y pídeles su apoyo. Piensa y practica respuestas que puedes usar para diferentes situaciones. Una búsqueda activa de personas que comparten intereses más saludables, también puede ser de ayuda. Por ejemplo siendo voluntario en tu comunidad o uniéndote a un club deportivo.
3. Desarma tu rutina
Existen señales poderosas que te mantienen en "piloto automático". Por ejemplo, si fumas, la señal podría ser tan directa como el persistente olor a cigarrillos en tu automóvil, o tan indirecta como la ruta que tomas a casa, que pasa por un bar donde a menudo encuentras a tu amigo, con el que compartes un cigarrillo.
Cualquiera sea el hábito que quieras enfrentar, es probable que haya varias señales que lo activen. Por ello, romper rutinas de larga data vinculadas a tu hábito, te ayudará a salir de este círculo.
Cómo hacerlo: En primer lugar debes identificar las señales y cambiar tu rutina. Con el ejemplo anterior, modifica tu automóvil para eliminar los recordatorios de fumar y atenuar el olor. Elije una ruta diferente y reemplaza los cigarrillos por un paquete de chicle.
Del mismo modo, si bebes al llegar del trabajo, elimina el alcohol de tu refrigerador o cámbialo por sustitutos no alcohólicos. O en lugar de ir directamente a casa, ve a ver una película.
4. Corta el hábito por la mitad
Una vez que conozcas la frecuencia con la que adquieres el hábito, busca reducir esto a la mitad cada día o semana.
Cómo hacerlo: En el transcurso de una semana, haz un seguimiento del tiempo que dedicas a la actividad, por ejemplo 14 horas de TV o 6 barras de chocolate. Luego, divide esto por la mitad y escribe en el calendario la cantidad que debes cumplir cada día o semana. Si has tenido éxito, no dudes en recompensarte. Por ejemplo, si logras mayor actividad física, cómprate una blusa o zapatillas que te hagan querer entrenar más. (pero mantente alejado de las recompensas de comida o actividades insanas).
5. Intenta evitar el mal hábito
Trata de pasar por alto tu hábito durante un día completo a la semana.
Cómo hacerlo: Escribe en el calendario el día o los días en que no tendrás tu hábito cuestionable. O usa una aplicación gratuita como Quit That, que puede ayudarte a vencer los malos hábitos al rastrear y monitorear tu progreso.
Anticipa los obstáculos: ¿Qué harás para evitarlos? Lleva un registro de cómo te sientes, qué hizo esto fácil o difícil de lograr, y qué tipo de sustituciones te ayudaron. Mantener las manos y la mente ocupadas suele ser una buena idea. Si eludir tu hábito por un día resulta fácil, ve por dos o más días.
6. Aprende a pedir ayuda
El paso más difícil de tomar puede ser admitir que no puedes manejar este problema por ti mismo.
Cómo hacerlo: Felicítate por intentarlo y por dar muchos pasos positivos. Pero reconoce que este hábito está demasiado arraigado para ser eliminado fácilmente. Necesitas más apoyo y posiblemente más dirección para alcanzar tus metas. No dudes en discutir el tema con tu médico, con un profesional de la salud mental o comunícate con un programa de 12 pasos o un grupo de apoyo.
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