Los trasplantes fecales cada vez se perfilan más como una opción para tratar infecciones resistentes a los antibióticos. Sin embargo, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos emitió una alerta sobre la seguridad de este procedimiento tras la muerte de un paciente.
El trasplante fecal, también conocido como bacterioterapia fecal, es un procedimiento en el que se extraen heces de un donador saludable y se infunden en el intestino del paciente enfermo para repoblarlo de bacterias buenas. Todavía es un procedimiento relativamente nuevo, pero se ha demostrado que es capaz de tratar microorganismos resistentes, como la C. difficile.
La C. difficile es una bacteria que causa diarreas tan graves que puede llevar a la muerte; el microorganismo puede contraerse en hospitales. En Estados Unidos se registran unos 500,000 casos de esta infección cada año y cobra más de 15,000 vidas, según los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC).
Varios estudios han comprobado la eficacia de los trasplantes fecales para tratar las infecciones resistentes. Por ejemplo, una investigación de 2015 publicada en Annals of Internal Medicine concluyó la eficacia de este trasplante para tratar infecciones recurrentes de C. difficile fue del 85%.
Graves riesgos
La alerta que emitió la FDA ocurre luego de la muerte de un receptor. De acuerdo a la agencia, dos personas con sistemas inmunitarios debilitados que recibieron muestras fecales del mismo donante desarrollaron otra infección resistente a los antibióticos, una forma de E. coli; la muestra en cuestión no se analizó para detectar bacterias antes de su uso. Los ensayos clínicos sobre este procedimiento fueron suspendidos hasta nuevo aviso.
Peter Marks, director del Centro de Evaluación e Investigación Biológicas de la FDA, explicó en un comunicado que es necesario informar y alertar que este procedimiento tiene riesgos graves. “Nos hemos dado cuenta de infecciones con organismos resistentes a múltiples fármacos después de que los pacientes recibieron un trasplante fecal, incluida la muerte de un paciente”.
La FDA ahora exigirá que todas las muestras de heces que se vayan a usar para trasplantes sean analizadas para detectar microorganismos resistentes a los medicamentos. Todos los donantes también deberán ser examinados para detectar posibles infecciones resistentes a los medicamentos.
Datos de los CDC indican que la resistencia a los antibióticos es uno de los mayores desafíos de salud pública de estos tiempos y estima que al menos dos millones de estadounidenses desarrollan infecciones bacterianas resistentes cada año y mueren cerca de 23,000.
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