Las picaduras de mosquitos, abejas, arañas y garrapatas pueden paralizar la diversión del verano. Mientras que muchas picaduras son simplemente molestas, otras pueden causar enfermedades serias. Puedes disfrutar del aire libre sin exponerte a los riesgos de padecer picaduras si sigues las instrucciones de los especialistas.
"Hay muchas leyendas urbanas allá afuera", dijo el Dr. Christopher Heron, profesor de medicina familiar en University Penn State, College of Medicine. "Lo más importante es estar atento y saber cómo es la exposición normal a la picadura de un insecto".
"Las picaduras de insectos más comunes suelen ser las más inofensivas: las de moscas negras, moscas de caballo y arañas pequeñas. Las picaduras de abejas y avispas siguen siendo el sello distintivo del verano, pero los mosquitos y las garrapatas despiertan más temor por su potencial para transmitir el Virus del Nilo Occidental o causar la Enfermedad de Lyme, respectivamente" señala Heron.
Respecto de las garrapatas, un informe del verano de 2018 encontró que se han propagado mucho en los años recientes, y que ahora se reportan en áreas de EE.UU. donde nunca se habían visto. Esas desagradables criaturas portan bacterias y parásitos que provocan enfermedades graves, entre ellas la enfermedad de Lyme y la babesiosis.
"La única forma infalible de prevenir las enfermedades transmitidas por las garrapatas es reducir el riesgo de que te piquen" dijo el Dr. Robert Glatter, médico de emergencias en el Hospital Lenox Hill de Nueva York.
"Recomiendo utilizar repelente contra insectos, DEET (con al menos un 20%) y usar mangas largas y pantalones como medida de protección contra las garrapatas si acampas, haces jardinería, senderismo o caminas por el bosque. También, evita sentarte en las paredes de piedra y en las áreas con mucha hierba" agregó. Y por último, sugiere lavar la ropa al volver de esos lugares y revisar todo el cuerpo cuidadosamente para descartar la presencia de garrapatas.
Las molestas ronchas en la piel
La mayoría de las picaduras de insectos producen irritación, picazón y una reacción alérgica local leve que pueden calmar los antihistamínicos orales como Benadryl o los tópicos como la loción de calamina.
"Si los pacientes vienen a verme, generalmente se debe a una gran cantidad de picaduras que son extremadamente molestas. O fueron mordidos en un área incómoda" dice el Dr. Heron.
Si una mordida o picadura se comporta de una manera que no parece normal: crece en tamaño, comienza a rezumarse o cambia de color, podría ser un signo de algo más serio, y debes buscar atención médica, sugiere el especialista.
Si te ha picado una abeja, Heron aconseja arrastrar algo plano sobre la picadura para extraer los aguijones residuales, lo que limitará la exposición al veneno y mitigará la reacción. Las personas alérgicas a las picaduras de abejas pueden necesitar inyectarse una pluma de epinefrina después de la exposición y buscar atención médica. En casos severos, la terapia con esteroides suele ser lo indicado.
Si la respuesta a una mordedura o picadura va más allá de la picazón y la erupción e incluyen náuseas, aturdimiento, debilidad, fiebre, escalofríos o una sensación de muerte inminente, Heron recomienda buscar atención médica de inmediato.
Cómo evitar las picaduras
Prevenir las picaduras de insectos no siempre es posible, pero Heron sugiere usar ropa adecuada para el medio ambiente. Y por otro lado, debes tener en cuenta que los mosquitos, por ejemplo, se reproducen en aguas estancadas de pantanos, ciénagas y lugares con problemas de drenaje. "Evita esas áreas. Y si el agua estancada está en tu casa, deshazte de ella" agregó.
Dijo que las abejas generalmente solo atacan cuando están amenazadas y que solo pueden picarte una vez. Las avispas, por otro lado, pueden picar varias veces y pueden atacar si molestas o estás cerca de uno de sus nidos, que a menudo se encuentran en espacios verticales con cobertura de lluvia, como aleros y árboles.
Heron también recomienda usar repelente de insectos con hasta un 10% de contenido de DEET. Es seguro para adultos y niños mayores de 2 años, pero debes evitar la cara y las manos.
Cómo usar el repelente de insectos
Según los especialistas de Clínica Mayo, los repelentes para insectos más eficaces de Estados Unidos contienen uno de tres ingredientes activos:
- DEET
- Icaridina (también llamada «picaridina»)
- Aceite de eucalipto de limón (un compuesto de origen vegetal)
Estos productos repelen de manera temporal a los mosquitos y las garrapatas. El DEET puede ofrecer una protección duradera. Cualquiera sea el producto que elijas, lee la etiqueta antes de aplicarlo. Si utilizas un repelente en aerosol, aplícalo al aire libre y lejos de los alimentos, aconsejan.
Si también estás usando pantalla solar, colócatela primero, aproximadamente 20 minutos antes de aplicar el repelente. Evita usar productos que combinan pantalla solar con repelente, ya que deberás volver a aplicarte pantalla solar con más frecuencia que el repelente. Es conveniente utilizar solo la cantidad necesaria de repelente.
Si se utiliza de acuerdo con las instrucciones del envase, los repelentes de insectos generalmente son seguros para niños y adultos, con algunas excepciones:
- No utilices productos que contengan DEET en bebés menores de 2 meses.
- No dejes que los niños pequeños se coloquen productos que contengan DEET o icaridina en las manos o en la cara.
- No utilices aceite de eucalipto de limón en niños menores de 3 años.
- No apliques repelente debajo de la ropa.
- No apliques repelente sobre quemaduras, cortes, heridas o erupciones.
- Cuando regreses a un ambiente cerrado, lávate con agua y jabón para quitar cualquier resto de repelente.
Trata la ropa y el equipo de campamento
Si vas a acampar y utilizas permetrina, considera que es un insecticida y repelente para insectos que se utiliza para una protección adicional. Este producto se aplica en la ropa y el equipo de campamento, no en la piel. Lee la etiqueta para conocer las instrucciones específicas. Algunas tiendas de productos deportivos venden ropa tratada previamente con permetrina.
Utiliza ropa y equipos de protección de mangas largas, calcetines y calzado cerrado. pantalones largos, en lo posible, dentro de los calcetines; ropa de colores claros,
una gorra que proteja las orejas y el cuello o una gorra con un mosquitero que cubra la cara.
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