Debido a la humedad de ciertos lugares y/o a la mala ventilación, se forma moho, esas manchas negras en los techos, los azulejos o las paredes de la casa. Más allá de que son desagradables a simple vista, es importante saber qué es el moho y en qué casos puede ocasionar problemas.
El moho es un hongo. Nadie sabe cuántas especies existen, pero se calcula que puede haber desde decenas de miles hasta quizá 300,000 clases. Crece mejor en condiciones cálidas, mojadas y húmedas, y se propaga y reproduce mediante esporas. Éstas pueden sobrevivir en condiciones ambientales secas, que no favorecen el crecimiento normal del moho.
Los tipos más comunes de mohos de interiores son: Cladosporium, Penicillium, Alternaria y Aspergillus.
¿Cómo afecta el moho a la salud?
Algunas personas son sensibles a los mohos. Entonces, la exposición puede causarles síntomas como congestión nasal, irritación de los ojos o sensación de ahogo. Otras personas que tienen graves alergias a los mohos pueden experimentar reacciones más severas como fiebre y dificultad para respirar. Las personas con enfermedades crónicas, como enfermedad obstructiva de los pulmones (EPOC), pueden presentar infecciones de moho en los pulmones.
En 2004, el Instituto de Medicina (IOM) encontró suficiente evidencia para asociar la exposición al moho en interiores a síntomas de afecciones en el aparato respiratorio superior, como tos y sibilancias en personas que se consideran sanas; así como con síntomas de asma en personas que tienen esta enfermedad.
También se asoció al moho con neumonitis por hipersensibilidad en personas con predisposición a esa afección inmunitaria. El Instituto de Medicina también encontró evidencias de una relación entre la exposición al moho interior y las enfermedades respiratorias en niños que de otra manera se consideran sanos.
¿Cómo disminuir la exposición al moho?
En el interior de las casas, el crecimiento del moho puede reducirse manteniendo los niveles de humedad por debajo del 50% y ventilando los baños y los lugares donde se cocina.
El moho puede eliminarse de las superficies duras con productos comerciales, agua y jabón, o con una solución de blanqueador (cloro) preparada con una mezcla de no más de 1 taza de blanqueador y 1 galón de agua.
Las personas sensibles deben ponerse una máscara ajustada en la cara, en los casos en que no puedan evitar la exposición al moho.
Si deseas usar cloro (blanqueador) para limpiar el moho: Nunca lo mezcles con amoníaco u otros productos de limpieza, abre las puertas y ventanas para permitir la entrada de aire fresco y usa guantes no porosos y lentes para protegerte los ojos.
Cómo evitar que se forme moho
- Mantén los niveles de humedad en la casa por debajo del 50%.
- Utiliza el aire acondicionado o un deshumificador durante los meses húmedos.
- Asegúrate de que la casa tenga una ventilación adecuada, que incluya los ventiladores de escape de aire en la cocina y los baños.
- Añade inhibidores de moho a la pintura antes de su aplicación.
- Lava los baños con productos que maten el moho.
- No alfombres los baños y sótanos.
- Retira o reemplaza las alfombras y elementos de tapicería mojados.
Fuente: Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).