Cómo blanquear las uñas de forma natural

Las uñas son estructuras que están formadas principalmente por células muertas endurecidas. Aunque no son necesarias para sobrevivir, brindan protección a los dedos y facilitan tomar objetos pequeños.

Como otras partes del cuerpo, están expuestas a lesiones e infecciones que pueden alterar su salud. Una afección muy común es la decoloración o aparición de manchas. Conoce aquí sus principales causas y cómo blanquear las uñas con remedios caseros.

El esmalte puede decolorar las uñas. | Foto: GETTY IMAGES

Puntos clave

  • Las uñas brindan protección a los dedos y facilitan tomar objetos pequeños.
  • Puede decolorarse por distintos factores, como infecciones fúngicas, golpes o presiones, exposición a químicos o enfermedades de la piel.
  • Puedes blanquear las uñas con remedios caseros, a base de peróxido de hidrógeno, limón, vinagre y bicarbonato de sodio.
  • Para mantener tus uñas fuertes es fundamental una dieta rica en vitaminas A y B, minerales, como calcio, hierro, yodo y zinc, y aminoácidos azufrados.

¿Por qué se manchan las uñas?

Las uñas pueden cambiar de color por distintos motivos. Entre las causas más comunes hallamos:

Infecciones por hongos

La micosis es cualquier enfermedad provocada por un hongo. En el caso de las uñas, pueden generar una fuerte coloración amarilla, aumentar el grosor o dañarla, especialmente a las de los pies.

Estas infecciones son más comunes a medida que se envejece, aunque también es un problema para quienes frecuentan piscinas, duchas públicas o caminan descalzos.

Golpes o presiones

Los traumatismos o lesiones también son responsable comunes de que nuestras uñas cambien de color.

Esta situación es más común en personas que realizan largas caminatas, permanecen mucho tiempo de pie o realizan deportes de contacto. En este caso el color suele ser violáceo o azulado (como consecuencia de la sangre que se acumula debajo de la uñas).

Un calzado muy ajustado también puede ejercer presión constante sobre el pie, modificando la forma y color de las uñas.

Exposición a químicos

Muchas personas están expuestas diariamente al contacto con químicos que pueden alterar la pigmentación de las uñas, como el barniz.

También es común que ciertos medicamentos, por ejemplo, los que se utilizan durante la quimioterapia, provoquen efectos secundarios, entre ellos, la decoloración de las uñas.

Enfermedades de la piel

La dermatitis o psoriasis son enfermedades que afectan la piel, pero también pueden provocar cambios en el color, forma y superficie de las uñas.

Como consecuencia de estas afecciones, pueden aparecer pequeños puntos negros o decoloraciones amarillentas que se confunden con una infección fúngica.

Remedios naturales para blanquear las uñas

El limón, vinagre y bicarbonato de sodio tienen propiedades antibacterianas, antifúngicas, antioxidantes, abrasivas, y antinflamatorias.

Esto los convierte en opciones naturales ideales para combatir muchos de los factores que provocan manchas en las uñas.

Sin embargo, su efectividad suele ser baja. Por ello, es común que en la medicina natural se preparen remedios caseros combinándolos con peróxido de hidrógeno, también conocido como agua oxigenada u óxido de agua. Este es un compuesto con muchos usos:

  • Sustituto del cloro.
  • Blanqueador de telas, pulpa de papel o algodón. 
  • Blanqueador de carnes, huesos y quesos. 
  • Blanqueador dental.

Normalmente, se consigue en concentraciones superiores al 30% para uso industrial, y en concentraciones al 3% para uso doméstico. Esto se debe a que la piel expuesta a concentraciones superiores al 6% se puede irritar y agrietar severamente.

Para blanquear las uñas de forma natural prueba usar alguna de estas preparaciones:

  • 4 cucharadas de peróxido de hidrógeno en baja concentración (3%) diluidas en una taza de agua (240 ml).
  • 4 cucharadas de peróxido de hidrógeno en baja concentración (3%) diluidas en una taza de agua, con el jugo de un limón grande o dos pequeños.
  • 4 cucharadas de peróxido de hidrógeno en baja concentración (3%) diluidas en ½ taza (120 ml) de agua y ½ taza de vinagre blanco.
  • 4 cucharadas de peróxido de hidrógeno en baja concentración (3%) diluidas en una taza de agua, junto a una cucharadita de bicarbonato de sodio.

Vierte cualquiera de estas preparaciones en un cuenco, sumerge las uñas entre 5 y 10 minutos, y enjuaga bien con agua tibia. Repite este procedimiento 2 veces a la semana hasta que veas las uñas más blancas.

Si es la primera vez que lo haces, se aconseja comenzar con una baja exposición (de 2 a 5 minutos) para conocer qué efectos tiene la preparación sobre tus uñas.

Si sientes irritación o dolor, retira inmediatamente los dedos de la preparación y contacta con un dermatólogo.

También puedes recurrir a pastas para aplicar y dejar reposar sobre las uñas, y así evitar que la piel de los dedos entre en contacto con la preparación.

Para eso, puedes mezclar una cucharada de peróxido de hidrogeno en baja concentración (3%) con agua y bicarbonato de sodio o pasta de diente hasta lograr una consistencia espesa.

Prepara la cantidad suficiente para cubrir las uñas afectadas, aplícalo, deja actuar durante 10 minutos y retira con agua tibia y un cepillo para uñas o de dientes.

¿Qué hacer para que las uñas crezcan fuertes?

Las uñas frágiles o quebradizas pueden ser una consecuencia del envejecimiento, así como de ciertas enfermedades: anemia, hongos, eczema, hipotiroidismo, deficiencia de hierro, psoriasis o tuberculosis.

También pueden ser indicativo de una deficiencia nutricional. Para que tus uñas crezcan fuertes es necesario incluir alimentos ricos en queratina, vitaminas, especialmente A y B, minerales, como calcio, hierro, yodo y zinc, y aminoácidos azufrados.

Puedes obtener esos nutrientes incluyendo los siguientes alimentos en tu dieta:

  • Ajo.
  • Bananas.
  • Carnes magras. 
  • Cebolla.
  • Cereales.
  • Cítricos.
  • Huevos.
  • Lácteos.
  • Vegetales de hoja verde.

También debes evitar morderte las uñas, ya que puedes mancharlas y dañarlas, así como a la piel a su alrededor.

Para recordar:

Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado.

No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.

Recuerda, las propiedades medicinales de las hierbas y suplementos también pueden interactuar con los fármacos recetados, con otras hierbas y suplementos, e incluso alterar tu dieta.


Fuentes consultadas: Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Departamento de Agricultura de EE. UU., Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel, Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.