En la mayoría de los casos tanto los adolescentes como sus padres desconocen los riesgos e implicaciones de hacerse un tatuaje. De allí que la Academia de Pediatría Americana (AAP), por primera vez, hace recomendaciones sobre esta materia a partir de un informe clínico que publicarán en la edición de octubre de su revista.
Una de las premisas fundamentales del documento médico es que los adolescentes indaguen si realmente se quieren marcar el cuerpo y dónde exactamente desearían tener ese sello indeleble. Según la autora del informe “Tatuaje de adolescentes y jóvenes adultos, piercing y escarificación”, Cora C. Breuner, “el tatuaje es mucho más aceptado que hace 15 o 20 años”, y en muchos estados de Estados Unidos los adolescentes deben tener al menos 18 años. “Cuando aconsejo a los adolescentes, les digo que hagan algunas investigaciones y que piensen bien por qué quieren un tatuaje y en qué parte de su cuerpo lo quieren”, dice.
Cada vez con más frecuencia los jóvenes toman la decisión de hacerse un tatuaje sin tener antes todas las respuestas. Lo ideal es que tanto los adolescentes como sus padres sepan exactamente en qué consisten esas marcas, cuáles son los riesgos de tatuarse, qué hay que saber para elegir un tatuador o cómo pueden eliminarse los tatuajes si te cansas de ellos al cabo de unos años.
Qué pasa en la adolescencia
La adolescencia es esa etapa en la que quieres ir a contracorriente y en la que no aceptas que te impongan normas que impidan darle rienda suelta a tus sueños. Es en ese proceso que los adolescentes desean diferenciarse de los adultos, afirmar su personalidad y pertenecer a un grupo, y los tatuajes parecieran, bajo esa óptica, reforzar todos esos elementos.
Ante esta realidad, David Levine, coautor del informe de la Academia de Pediatría Americana (AAP), cree que en la mayoría de los casos, los adolescentes simplemente disfrutan de la apariencia del tatuaje o piercing, pero el consejo es que hablen sobre cualquier decisión con sus padres u otro adulto primero.
El documento señala que la tasa de complicaciones es desconocida y que la dificultad más grave de una modificación corporal (tatuaje, escarificación y piercing) suele ser la infección. De allí que adviertan sobre la importancia de asegurarse de que el lugar donde elijas tatuarte esté regulado y que te den toda la información sobre cómo cuidar el área del cuerpo intervenida. Si te haces un tatuaje debes cerciorarte de que tus inmunizaciones estén al día y que no estés tomando ninguna medicina que comprometa tu sistema inmunológico.
En el informe también advierten sobre la posibilidad de que puedas arrepentirte, una vez que te lo hayas hecho.
“Es posible que no se den cuenta de lo caro que es eliminar un tatuaje o cómo una perforación en la lengua podría dar lugar a un diente astillado”, señaló Levine.
La autora principal del estudio, Cora C. Breuner, presidenta del Comité de Adolescencia del AAP, aclaró que la escarificación, que consiste en cortar, quemar o marcar palabras o imágenes en la piel, no está tan altamente regulada como el tatuaje o la perforación y está prohibida en algunos estados.
También señaló que la AAP ofrece orientación para los pediatras sobre cómo distinguir la modificación corporal típica de los esfuerzos más dramáticos o intensos para dañarse a sí mismo, llamado síndrome de auto lesión no suicida. El síndrome, que incluye cortar, rascarse o quemarse, es una acción más impulsiva o compulsiva que está asociada con trastornos de salud mental. "
Qué deben hacer los padres
Ante el dilema de permitir o no que el adolescente se haga un tatuaje, es importante explicarle en qué consiste exactamente un tatuaje. Muchos chicos o chicas no saben realmente en qué consiste el procedimiento para hacer los tatuajes y es bueno que lo sepan antes de tomar la decisión.
También deben saber los riesgos que pudieran minimizarse con la elección del estudio y el tatuador que lo harán, pero no se eliminan por completo.
Si los aparatos que usa el tatuador no son estériles o no están bien desinfectados puede contraerse una infección vírica como hepatitis o VIH-SIDA o una infección bacteriana.
Los pinchazos o la tinta inyectada pueden provocar una dermatitis en la zona en la que se ha hecho el tatuaje.
Los pinchazos pueden provocar la insensibilidad de la zona en la que se tiene el tatuaje.
Tanto las agujas como la tinta pueden provocar alergia.
Al menos durante un año, la persona que se ha hecho un tatuaje no puede ser donante de sangre debido al riesgo de que haya contraído una infección.
Es muy importante que los muchachos sepan que se trata de una marca permanente y que no se eliminan fácilmente. Existen procedimientos para eliminarlos pero no son sencillos y son costosos, generalmente quitar un tatuaje puede costar el triple de lo que costó hacerlo.
Los jóvenes deben saber que hacerse un tatuaje es doloroso. No a todas las personas les duele igual pues depende de la habilidad del tatuador, de la zona en la que se haga y de la capacidad de aguantar el dolor de cada persona pero hacerse un tatuaje siempre molesta.