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Vinculan el TDAH con unas tasas más altas de ansiedad y depresión

JUEVES, 19 de enero de 2023 (HealthDay News) -- El trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) quizá sea un predictor incluso más potente de la depresión y la ansiedad en la adultez que el autismo, encuentra un nuevo estudio, que resalta el aspecto de salud mental del trastorno.

Se sabe que los niños y adultos con TDAH con frecuencia sufren de afecciones coexistentes, entre ellas la depresión y la ansiedad. La investigación sugiere que alrededor de un 14 por ciento de los niños con TDAH tienen depresión, mientras que hasta un 30 por ciento tienen un trastorno de ansiedad, según el Centro Nacional de Recursos para el TDAH.

Vinculan el TDAH con unas tasas más altas de ansiedad y depresión

Los adultos con TDAH, por otra parte, se ven incluso más afectados, y hasta la mitad sufren de una de estas afecciones.

El nuevo estudio, dijeron los investigadores, amplía lo que se sabe, al mostrar que el TDAH se vincula incluso con más fuerza con la ansiedad y la depresión que los "rasgos autistas". El autismo, que afecta a las habilidades de comunicación y sociales, está vinculado con unas tasas más altas de lo normal de estas afecciones de la salud mental.

Los hallazgos destacan el componente de salud mental del TDAH, según Richard Gallagher, profesor asociado de psiquiatría infantil y adolescente de Langone Health de la NYU, en la ciudad de Nueva York, que revisó los hallazgos.

"Existe la idea de que las personas con TDAH tienen un problema 'sencillo' para prestar atención", señaló. "Que solo tienen que aprender a sentarse y concentrarse".

Pero como el autismo, el TDAH es un trastorno del neurodesarrollo, y puede provocar unos problemas significativos en la escuela, el trabajo, el hogar y en las relaciones, apuntó Gallagher.

"Con el tiempo, puede afectar a la calidad de vida", comentó. Si, por ejemplo, los jóvenes con TDAH se convencen de que van a "fracasar" y no completarán las tareas o que no las harán bien, esto podría fomentar la ansiedad o la depresión.

También es plausible que algunas personas sean más vulnerables a las tres afecciones, planteó Punit Shah, investigador sénior del nuevo estudio.

"Sabemos que hay algunos factores genéticos compartidos que hacen que las personas sean susceptibles tanto al TDAH como a la ansiedad y la depresión", dijo Shah, profesor asociado de psicología de la Universidad de Bath, en Reino Unido.

Gallagher se mostró de acuerdo que esto también podría tener un rol, y anotó las dificultades con la regulación emocional son una característica del TDAH. Esto podría significar que hay cierto solapamiento en las áreas del cerebro implicadas en las distintas afecciones.

Los hallazgos, que se publicaron en la edición en línea del 16 de enero de la revista Scientific Reports, se basan en 504 adultos británicos que completaron unos cuestionarios estándar que medían los rasgos del TDAH y el autismo, además de los síntomas de depresión y ansiedad.

En general, encontró el equipo de Shah, los rasgos de TDAH y los síntomas de depresión/ansiedad aumentaban de forma paralela en el grupo del estudio: mientras más graves eran los síntomas de TDAH, más graves eran los síntomas de salud mental. También hubo una correlación entre los rasgos de autismo y la salud mental, pero fue más débil.

"El TDAH se asocia estadísticamente con una mayor fuerza con la ansiedad y la depresión que los rasgos de autismo", aseguró Shah.

El estudio no observó si los participantes habían en algún momento recibido un diagnóstico y un tratamiento formales de TDAH o autismo, y si esto afectaba a las probabilidades de depresión/ansiedad en la adultez.

Según Gallagher, cuando se evalúa el TDAH en los niños, también se debe evaluar su bienestar emocional. Los problemas de atención también se observan en la depresión y los trastornos de la ansiedad, de forma que estas causas se deben descartar, anotó.

Pero aunque no haya un diagnóstico de TDAH, planteó Gallagher, el bienestar mental debe seguir teniéndose en cuenta. Idealmente, la salud mental de los jóvenes con TDAH se debe evaluar a lo largo del tiempo.

"Es importante ser conscientes de que las afecciones del neurodesarrollo, como el TDAH, pueden conllevar problemas emocionales que ameritan atención", dijo Gallagher.

Los tratamientos estándar para el TDAH en la adultez en general implican medicamentos, entrenamiento en habilidades como la organización y la gestión del tiempo, y consejería psicológica. Si también hay depresión o ansiedad, observó Gallagher, las terapias psicológicas estándar para estas afecciones pueden ayudar.

Según Shan, se necesita más investigación para comprender por qué el TDAH se vincula tan fuertemente con la depresión y la ansiedad. Añadió que su equipo está "realizando una variedad de estudios" sobre el TDAH, el autismo y la salud mental.

Más información

La Clínica Mayo ofrece más información sobre el TDAH en los adultos.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Punit Shah, PhD, MSc, associate professor, psychology, University of Bath, United Kingdom; Richard Gallagher, PhD, associate professor, child and adolescent psychiatry, NYU Grossman School of Medicine, director, Organizational Skills and Executive Function Treatment Program, NYU Langone Health, New York City; Scientific Reports, Jan. 16, 2023, online

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