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Unos médicos crean una alternativa más segura a los opioides durante y después de las cirugías

JUEVES, 28 de abril de 2022 (HealthDay News) -- Hace poco más de un año que Jonathan Akinrele, de 23 años, se sometió a una cirugía para perder peso, y por ahora todo ha ido bien.

Ha perdido 130 libras (59 kilos), y pudo soportar la cirugía de manga gástrica y la recuperación sin tomar ningún opioide para el dolor.

Unos médicos crean una alternativa más segura a los opioides durante y después de las cirugías

"El dolor justo después de la cirugía se parecía más bien a un dolor de estómago. Era un poco incómodo, pero completamente manejable", comentó Akinrele, gerente de una firma de seguridad en Long Island, Nueva York.

En toda la medicina, hay mucha presión para encontrar alternativas a los opioides, debido a una epidemia de opioides en todo el país. Muchas personas se convierten en adictas a estos potentes analgésicos tras una cirugía.

Y el riesgo de adicción podría ser incluso más alto para las personas que se someten a una cirugía para perder peso. Por esto, las directrices de cinco sociedades médicas, entre ellas la Sociedad Americana de Cirugía Metabólica y Bariátrica (American Society for Metabolic and Bariatric Surgery), recomiendan una analgesia sin opioides o con pocos opioides tras una cirugía para perder peso.

Alrededor de un 3 a un 4 por ciento de las personas que reciben opioides por primera vez tras una cirugía siguen usándolos un año más tarde, y esto aumenta a entre un 8 y un 10 por ciento de las personas que se sometieron a una cirugía para perder peso, advirtió el Dr. Dominick Gadaleta, jefe de cirugía del Hospital Universitario de South Shore en Bay Shore, Nueva York.

Una mejor analgesia

En logar de los opioides, las personas que se someten a cirugía para perder peso en los hospitales de Northwell Health, en Nueva York, reciben acetaminofén intravenoso o antiinflamatorios no esteroides (AINE) antes de la cirugía. Esto se sigue con la infusión intravenosa de anestésicos no opioides y un bloqueo nervioso del área quirúrgica. Hasta ahora, los cirujanos de los hospitales de Northwell han realizado más de 200 procedimientos con este protocolo, lo que incluye cirugías de manga gástrica y operaciones de hernia.

"En esencia, bajamos la intensidad o desactivamos a las terminaciones nerviosas antes de la cirugía con un acetaminofén o unos AINE preventivos", explicó el Dr. Don Decrosta, catedrático de anestesia del Hospital Universitario de South Shore, que no es parte del sistema de salud de Northwell. "Cuando nos lesionamos o nos sometemos a una cirugía, las terminaciones nerviosas del área lesionada se activan más, pero si reducimos o eliminamos esta respuesta de estrés con [analgesia] preventiva, se pueden pasar los primeros días de la sanación sin la necesidad de opioides".

Los opioides bloquean las señales de dolor entre el cerebro y el cuerpo, mientras que el nuevo protocolo es más dirigido, aclaró.

No se envía a las personas a casa con una receta de opioides, porque no los necesitan, apuntó el Dr. Andrew Bates, director de cirugía mínimamente invasiva del Hospital Universitario de South Shore.

Estas personas no necesariamente se libran del todo del dolor en los días tras el procedimiento, y esto es bueno, anotó Bates. "A veces podrían sentir un poco de dolor, y eso está bien, porque se trata de una cirugía mayor y el dolor nos puede dar información importante", dijo Bates. "Nunca se debe cubrir el dolor por completo".

Una recuperación más corta

Además de un mayor riesgo de adicción y sobredosis, los opioides provocan muchos efectos secundarios a corto plazo que pueden entorpecer la recuperación, como náuseas, picazón, fatiga, mareo y estreñimiento, comentó el Dr. David Pechman, cirujano bariátrico del Hospital Universitario de South Shore. Pechman es el cirujano que realizó el procedimiento de manga gástrica de Akinrele en marzo de 2021. Los opioides pueden ralentizar los intestinos de forma que no va al baño, pero "con el nuevo protocolo, los pacientes van al baño con regularidad y están caminando la tarde de su cirugía".

Cuando Pechman estaba en formación, los pacientes de cirugía para perder peso permanecían en el hospital durante dos a tres días. Ahora, la mayoría se quedan una noche, y esto se debe en parte a que los opioides ya no están implicados, apuntó.

Las personas que someten a una cirugía para perder peso tienden a ser más susceptibles a otras complicaciones relacionadas con los opioides, por ejemplo los problemas para respirar, las náuseas y los vómitos, anotó Pechman.

Esto puede ser un doble golpe, ya que los procedimientos para perder peso también podrían aumentar las probabilidades de náuseas y vómitos, apuntó.

En la mayor parte, los pacientes aceptan este protocolo de uso de pocos opioides. "Los pacientes están muy emocionados cuando escuchan que no necesitarán opioides, ya que con frecuencia conocen a alguien que se ha visto afectado de forma adversa o se ha vuelto adicto a los opioides, o han visto lo que los opioides pueden hacer en la cultura popular o en las noticias", apuntó Pechman.

También se está popularizando por todo Estados Unidos. Muchos otros centros de cirugía bariátrica lo están adoptando. "Tarde o temprano, este será el estándar de la atención", añadió Pechman.

Muchos centros para perder peso de hecho están desarrollando sus propios protocolos de uso reducido de opioides, aseguró la Dra. Wendy King, profesora asistente de epidemiología de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Pittsburgh. "Continúan los esfuerzos por determinar la mejor forma de limitar o eliminar el uso de opioides [durante y después] de la atención de la cirugía bariátrica", comentó.

Más información

La Sociedad Americana de Cirugía Metabólica y Bariátrica explica los distintos tipos de cirugía para perder peso.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Dominick Gadaleta, MD, chair, surgery, South Shore University Hospital, Bay Shore, N.Y.; Jonathan Akinrele, security firm manager, N.Y.; Don Decrosta, MD, chair, anesthesia, South Shore University Hospital, Bay Shore, N.Y.; Andrew Bates, MD, director, minimally invasive surgery, South Shore University Hospital, Bay Shore, N.Y.; David Pechman, MD, bariatric surgeon, South Shore University Hospital, Bay Shore, N.Y.; Wendy King, PhD., associate professor, epidemiology, University of Pittsburgh School of Public Health, Pittsburgh

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