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Uno de cada tres sobrevivientes a la COVID tienen problemas de salud mental meses más tarde

MIÉRCOLES, 7 de abril de 2021 (HealthDay News) -- Los médicos están atendiendo este tipo de casos en todo el mundo: alrededor de un tercio de los pacientes con COVID-19 desarrollan afecciones neurológicas o psiquiátricas "persistentes" meses después de infectarse, muestra una investigación reciente.

Los hallazgos sugieren un vínculo entre la COVID-19 y un riesgo más alto de trastornos de salud mental y neurológicos posteriores, informan los investigadores.

Uno de cada tres sobrevivientes a la COVID tienen problemas de salud mental meses más tarde

El nuevo análisis de los datos de más de 236,000 sobrevivientes a la COVID-19 se enfocó en 14 trastornos neurológicos y de salud mental. Encontró que un 34 por ciento de los pacientes fueron diagnosticados con este tipo de trastorno en los seis meses posteriores a su infección con el nuevo coronavirus.

Lo más común fue que estos trastornos abarcaran desde trastornos de la ansiedad hasta trastornos por el abuso de sustancias, insomnio, hemorragia cerebral, accidente cerebrovascular (ACV) y, de forma mucho menos común, la demencia.

Este fue el primer diagnóstico de este tipo en un 13 por ciento de los pacientes.

"Tristemente, muchos de los trastornos identificados en este estudio tienden a ser crónicos o recurrentes, de forma que podemos prever que el impacto de la COVID-19 podría estar con nosotros durante muchos años", escribió en un editorial que se publicó junto con el nuevo estudio Jonathan Rogers, del Colegio Universitario de Londres. Ambos aparecen en la edición del 6 de abril de la revista The Lancet Psychiatry.

Un experto de EE. UU. que no participó en el estudio se mostró de acuerdo.

"Habrá que asignar servicios y recursos a esta atención", planteó el Dr. Andrew Rogove, director médico de servicios de ACV del Hospital de la Universidad de South Shore en Bay Shore, Nueva York.

El estudio fue dirigido por Paul Harrison, de la Universidad de Oxford, en Inglaterra. Su equipo observó los expedientes médicos electrónicos para rastrear los resultados de 236,379 pacientes con COVID-19, la mayoría de Estados Unidos.

Alrededor de un tercio luego experimentaron algún tipo de problema neurológico o de salud mental en un plazo de seis meses tras su infección con el coronavirus. Los trastornos que se diagnosticaron con la mayor frecuencia fueron la ansiedad (un 17 por ciento), los trastornos del estado de ánimo (un 14 por ciento), los trastornos por el abuso de sustancias (un 7 por ciento) e insomnio (un 5 por ciento), según el equipo.

Las tasas generales de problemas neurológicos fueron mucho más bajas, e incluyeron un 0.6 por ciento de hemorragias cerebrales, un 2.1 por ciento de ACV isquémico, y un 0.7 por ciento de demencia.

Las afecciones neurológicas fueron más comunes en los pacientes que sufrieron una enfermedad grave con la COVID-19. Por ejemplo, entre los pacientes que fueron admitidos a cuidados intensivos, un 7 por ciento tuvieron un ACV y casi un 2 por ciento fueron diagnosticados con demencia, reportó el grupo de Harrison.

Los diagnósticos neurológicos y de salud mental fueron más comunes en los pacientes con COVID-19 que en los pacientes con gripe o una infección del tracto respiratorio durante el mismo periodo. Esto sugiere que la COVID-19 tiene un impacto que es único entre las infecciones virales, señalaron los autores del estudio.

"Son datos del mundo real de un gran número de pacientes. Confirma las altas tasas de diagnósticos psiquiátricos tras la COVID-19, y muestran que también ocurren trastornos graves que afectan al sistema nervioso [como el ACV y la demencia]", comentó Harrison en un comunicado de prensa de la revista. "Aunque estos últimos son mucho menos comunes, son significativos, sobre todo entre los que tuvieron una COVID-19 grave".

El nivel hasta el que la COVID-19 afecta el cerebro aún no está claro. "Ahora debemos observar qué sucede más allá de los seis meses. El estudio no puede revelar los mecanismos implicados, pero sí apunta a la necesidad de investigaciones urgentes que los identifiquen, con la perspectiva de prevenir o tratarlos", planteó en el comunicado el coautor del estudio, Max Taquet, de la Universidad de Oxford.

Según Rogove, el estudio resalta un "aumento en el riesgo de enfermedades y diagnósticos neurológicos en las personas infectadas con la COVID-19, con un mayor aumento en el riesgo de los pacientes infectados con COVID-19 hospitalizados y enfermos de gravedad".

Todo esto significa que "habrá una gran necesidad de atención neurológica tras la infección con la COVID", añadió Rogove.

Brittany LeMonda es neuropsicóloga sénior del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York. Al leer los hallazgos, teorizó que "el virus podría 'desenmascarar' o acelerar la presentación de ciertas afecciones psiquiátricas y neurológicas subyacentes".

En otras palabras, "es posible... que un individuo tenga factores de riesgo subyacentes que lo predispone a estas afecciones, y que el virus estrese lo suficiente al sistema como para que estos síntomas adquieran una significación clínica", señaló LeMonda.

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. ofrecen más información sobre los efectos a largo plazo de la COVID-19.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Brittany LeMonda, PhD, senior neuropsychologist, Lenox Hill Hospital, New York City; Andrew Rogove, MD, PhD, medical director, stroke services, South Shore University Hospital, Bay Shore, N.Y.; The Lancet Psychiatry, news release, April 6, 2021

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